Columnistas

Reimpulso a la agenda energética chileno argentina

Los avances tecnológicos y el mayor estándar de vida al que aspiramos han hecho que los usuarios de ambos países seamos cada vez más electrodependientes. Llegó la hora de poner las prioridades y avanzar en una agenda energética regional 2.0.

Por: Charles Kimber | Publicado: Lunes 12 de febrero de 2024 a las 12:55 hrs.
  • T+
  • T-

Compartir

Charles Kimber

En las últimas décadas, Chile ha estado a la vanguardia en inversión, innovación y desarrollo energético, lo que le ha valido un merecido reconocimiento internacional. El protagonismo del sector energético se ha visto reflejado en el cambio que está experimentando nuestra matriz energética, la que alcanzó en 2023 un 63% de generación renovable, según Generadoras de Chile.

Este crecimiento ha sido acompañado de un ambicioso plan de descarbonización que las empresas generadoras -algunas de ellas miembros de nuestra Cámara- han priorizado en línea con los objetivos del país y los propios compromisos internacionales, ejecutando grandes esfuerzos para alcanzar, en plazos más acotados, las metas originalmente propuestas. Es justamente en esta etapa de transición que vemos grandes oportunidades para una mayor integración energética chileno-argentina, la que presenta potenciales beneficios para ambos países.

Esta integración nos entrega una oportunidad para hacer realidad la tríada fundamental para el desarrollo energético: eficiencia de costos, seguridad en el suministro y sustentabilidad socioambiental. La energía renovable que Chile está desarrollando vigorosamente para sí, ofrece ventajas también para la Argentina, que a su vez está aportando -y debería seguir aportando- gas a Chile, un importante combustible para la transición energética.

Así, la integración de los sistemas de ambos países a través de sus redes, junto con la diferencia horaria, permiten sistemas más estables y con una mayor profundidad de penetración de las energías renovables en la matriz energética de ambos países, ayudando a su descarbonización.

Pero esta integración requiere políticas claras que den seguridad a largo plazo, lo que significa un gran compromiso político de cada país. En Chile se requiere fortalecer y digitalizar la red, realizando inversiones que permitan la adecuada operación e interacción con los usuarios, y también la rápida reconfiguración y reconexión frente a escenarios de falla, cada vez más probables debido a los efectos del cambio climático.

Con Argentina debemos eliminar los fantasmas del pasado y volver a utilizar toda la infraestructura y la capacidad existente entre ambos países para beneficiarse de los más de 5.000 kilómetros que nos unen. Si somos capaces de conectar las líneas existentes, desarrollar aceleradamente las que hay en carpeta e incluso pensar en nueva infraestructura para un mejor aprovechamiento del potencial de ambos países como exportadores, estaremos realizando avances trascendentes para la historia de nuestros pueblos.

Los avances tecnológicos y el mayor estándar de vida al que aspiramos han hecho que los usuarios de ambos países seamos cada vez más electrodependientes. Producto de nuestras conversaciones con los principales actores, creemos que llegó la hora de poner las prioridades y avanzar en una agenda energética regional 2.0.

Charles Kimber

Presidente Cámara Chileno Argentina de Comercio 

Lo más leído