Para la construcción, algo de respiro
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La cartera de licitaciones anunciada recientemente por el Ministerio de Obras Públicas para este año es ambiciosa: en conjunto son 680 proyectos de muy diverso tipo, por una inversión total de aproximadamente US$ 2.250 millones (vialidad, arquitectura, obras hidráulicas, servicios sanitarios rurales, aeropuertos y obras portuarias). Más aun, que a esta fecha esté aprobado por Contraloría y autorizado para ejecutarse el 73% del presupuesto anual “es una cifra bastante inédita (y) significa que el MOP ahora puede actuar mucho más rápidamente en materializar las obras”, en opinión del vicepresidente de la Cámara Chilena de la Construcción.
Lo anterior es una bienvenida señal de impulso a un sector clave de la economía que enfrenta desafíos coyunturales (economía estancada y demanda deprimida) como estructurales (cambios en el mercado y la tecnología). El anuncio es, además, consistente con un necesario sentido de urgencia en materia de reactivación económica -en el Estado como en los privados-, pues un repunte de la construcción ayudaría a impulsar el empleo y la inversión en otros sectores.
El anuncio de proyectos del MOP es una bienvenida señal de impulso a un sector clave de la economía que enfrenta desafíos.
Pero aunque positivo y oportuno, difícilmente cabe esperar que lo anunciado por el MOP sea la inyección que el sector construcción necesita para ser un motor en la generación de empleo tan potente como lo fue en el pasado, en otras condiciones de mercado y desarrollo tecnológico de la industria. Entre otras cosas, tendencias como la contracción de las ventas de viviendas y el aumento de los arriendos no parecen pasajeros, y cambios tecnológicos del comercio en las modalidades de venta y consumo -más la digitalización de un gran número de servicios- reducen la demanda por bienes inmuebles.
Junto con un aparentemente inevitable desafío de consolidación, la industria enfrenta en lo inmediato el desafío de sobrellevar sus dificultades a la espera de una reactivación general de la economía. Esta no provendrá de la inversión pública del MOP, sino de que los privados vean descender la incertidumbre para las inversiones y aumentar las oportunidades. Para que eso ocurra, otros ministerios -Hacienda, Economía, Trabajo, Interior- también deben dar señales.