Opinión

Mercado lácteo

  • T+
  • T-

Compartir

Un interesante proceso se encuentra en desarrollo a nivel del Tribunal de la Libre Competencia (TDLC). En las últimas jornadas, organizaciones gremiales, autoridades, especialistas y partes interesadas han presentado ante esa instancia sus argumentos en contra y a favor del proceso de alianza que han planteado Soprole y Nestlé, que aspiran a conformar una nueva sociedad que se enmarca en el sistema de Dairy Partners Americas (DPA), con que el accionista de la primera, Fonterra, y Nestlé operan en distintos países (Argentina, Brasil, Colombia, Ecuador y Venezuela).



Durante el proceso de consulta desarrollado las partes interesadas en el joint venture han argumentado que su operación combinada potenciaría el consumo de lácteos y que no se alcanzarían participaciones alarmantes en la recepción de leche fresca (18,4% a nivel nacional, sostienen), ni en la producción de lácteos frescos (38%). En la misma línea, las firmas han sostenido que el modelo que plantean contempla que los procesos de decisiones operen de modo independiente entre las firmas, lo que aseguraría un correcto funcionamiento del mercado. Concluyen señalando que en otros mercados el consumo de lácteos aumentó, favorecido por la innovación comercial y las bajas en los precios.

Desde distintas otras veredas se ha enfatizado el altísimo nivel de riesgo que supone la alianza, en especial en lo que se estima podrían ser prácticas desleales en el mercado lácteo alentadas por un desmedido poder monopsónico de las empresas tras la alianza. Los puntos esgrimidos por entidades como Fedeleche y la SNA desmenuzan los niveles de concentración que tendría el joint venture en distintas regiones, en donde las magnitudes adquieren dimensiones preocupantes. De igual forma, y acudiendo al índice Herfindhal-Hirschman, de extenso uso y aplicado por la Fiscalía Nacional Económica, se señala que en algunas zonas se alcanzarían niveles sobre los máximos que califican a un sector como altamente concentrado.

El Ministerio de Agricultura y expertos de distintos ámbitos también han expresado sus aprensiones, ya sea porque se estima que la alianza iría en la dirección opuesta a lo que persiguen en transparencia las políticas del gobierno, o porque se cree, como argumentó números en manos el ex ministro Martín Costabal, que este es un mercado que tiene singularidades, como la perecibilidad del producto, que lo hacen más sensible que otros.

La tarea que tienen por delante las firmas interesadas en aliarse es colosal, tanto por lo sensible que es este mercado como por los abundantes argumentos esgrimidos por sus muy variados detractores.

Lo más leído