Las últimas cifras de actividad, en particular la conocida este martes que mostró al Imacec de enero registrando una variación de 6,7%, han alimentado el debate que ya antes venía tomando forma entre los expertos respecto de si el país está viviendo o cercano a un proceso de sobrecalentamiento económico. Contribuyen a estimular la discusión otras cifras, como las de empleo y crecimiento de la masa salarial, aunque de otro lado, quienes no comparten el diagnóstico argumentan que los datos de inflación no parecen avalar ese diagnóstico, a lo que se suma el que el consenso de las proyecciones pronostica para los meses que vienen un progresivo proceso de desaceleración en los niveles de actividad.
Si bien hay economistas que aseguran que el país está en una zona de sobrecalentamiento económico desde 2011, un número no menor de expertos, entre ellos el ex presidente del Banco Central, José De Gregorio, ponen paños fríos al análisis. A juicio de estos analistas, es correcto afirmar que la economía está desenvolviéndose en torno a sus niveles de plena capacidad, pero añaden que el riesgo no alcanzaría a concretarse en el corto plazo.
Con todo, si bien el análisis fino de las cifras y los modelos predictivos no permiten anticipar un sobrecalentamiento, también hay consenso entre los expertos que éste no es un riesgo del todo descartable, por lo cual invitan a las autoridades a hacerle un seguimiento minucioso. Una tarea que claramente compete al Banco Central, que por los niveles de tasa de interés vigentes podría tener menos margen de acción, y al fisco, por la importancia que el gasto público tiene a nivel de las cifras agregadas del país.