El Banco Central ha informado recientemente que la cuenta corriente de la balanza de pagos cerró 2012 con un déficit de US$ 9.497 millones, equivalente a 3,5% del PIB anual, lo que implica un fuerte deterioro de US$ 6.213 millones con respecto del año anterior, debido a un superávit comercial más moderado en medio de un descenso de las exportaciones y un alza de las compras al exterior.
El dato ha puesto nuevamente al déficit en la cuenta corriente en el foco de autoridades y economistas. De hecho, en una presentación con ocasión del XX Congreso Nacional de la Confederación del Comercio Detallista y Turismo de Chile, el consejero del Banco Central, Enrique Marshall, ha señalado que si bien la economía nacional se encuentra en un buen pie y las perspectivas para este año son promisorias, existen riesgos relevantes que deben ser monitoreados con atención y que, en el frente interno, principalmente radican en que la demanda siga creciendo a un ritmo superior al del PIB, lo que conduciría a una ampliación del déficit de la cuenta corriente. Marshall también ha reiterado que el Consejo del Banco Central sigue de cerca la evolución del escenario macro externo e interno y sus consecuencias sobre la inflación.