La recuperación de la economía mundial tras la última crisis financiera será lenta. Aunque eso se sabía desde un comienzo, el último reporte del Fondo Monetario Internacional puso fin a cualquier ilusión de que la actividad esté cerca de recobrar nuevo dinamismo.
Por cuarta vez consecutiva, el FMI rebajó el martes su proyección para el PIB mundial y ahora espera un modesto crecimiento de 3,3% en 2013, frente al 3,5% que esperaba en enero.
La principal amenaza para la recuperación global sigue siendo la crisis de deuda de la eurozona y el organismo calcula que las probabilidades de recesión en el bloque se mantienen en 50%.
Por otra parte, el Fondo también redujo sus pronósticos para EEUU y China, los dos motores de la economía mundial. La información llegó sólo un día después de que Beijing informara que el crecimiento se desaceleró a 7,7% en el primer trimestre.
Mientras las economías desarrolladas siguen debilitadas, el reporte del Fondo destaca que unas pocas economías emergentes, como Chile y Perú, en Latinoamérica, están ganando fuerza. Lo mismo ocurre en Asia, con economías como Indonesia, Vietnam y Tailandia.