Proyecciones económicas y cuentas fiscales
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Las proyecciones económicas son, por naturaleza, un área en donde difícilmente hay total acuerdo entre los observadores. No deja de ser llamativo, sin embargo -incluso inquietante-, que respecto de 2024 las miradas se dividan en dos “bandos”: por un lado, el Banco Central y el mercado estiman un crecimiento del PIB que en el caso más optimista alcanzaría 2,25% este año, pero que bien podría no ser más de 1,25%; por el otro, el Gobierno proyecta una expansión de 2,5%, lo que es magro, pero aleja los visos de recesión.
Respecto del crecimiento del PIB, el gasto público y el déficit fiscal, son varias las discrepancias de diagnóstico que suman a la incertidumbre económica de este año.
De esa discrepancia sobre las expectativas de crecimiento del PIB surgen distintos supuestos sobre la evolución de las cuentas fiscales, que se han venido deteriorando en los últimos años. Sólo algunos ingresos extraordinarios en 2023 -el litio, principalmente- permitieron al Ejecutivo contener un mayor déficit fiscal, pero no sólo sería poco prudente contar con que se repitan en 2024, sino que es preciso contrastarlo con otros datos poco alentadores, como el hecho de que la producción de cobre chileno está en su nivel más bajo en dos décadas, fundamentalmente debido al pobre desempeño de Codelco.
Existen márgenes para que el Estado reduzca el gasto. Por ejemplo, el episodio de la millonaria compra de 22 autos de alta gama para la Corte Suprema resulta anecdótico al lado del gasto en programas mal evaluados, en bonos por desempeño garantizados, o en la contratación de miles de nuevos funcionarios públicos. La propia Codelco es un ejemplo de empresa pública cuya deuda es tan alta que sus acreedores obtienen de ella más beneficios que sus accionistas (todos los chilenos).
Si bien el Ministerio de Hacienda ha planteado mayores metas de reducción del déficit estructural, entidades como el Consejo Fiscal Autónomo creen que “se requiere un mayor esfuerzo en términos de balance estructural para estabilizar la deuda pública”.
Son muchas las discrepancias de diagnóstico que suman a la incertidumbre económica de este año.