El Consejo de Políticas de Infraestructura (CPI), una instancia de alto nivel convocada por la Cámara Chilena de la Construcción, alista un documento que será entregado a los candidatos presidenciales y que aborda una serie de propuestas para reanimar a un sector crucial para el desarrollo nacional y cuyo notorio déficit es motivo de justificada preocupación en el sector privado.
Carlos Cruz, ex ministro de Obras Públicas y asesor de la entidad, ha mencionado entre algunos puntos prioritarios a considerar la revisión del modelo de cálculo de rentabilidad social para dar luz verde a proyectos, la estructura de riesgo en las concesiones, la ampliación de éstas a nuevos sectores, la licitación de red de carreteras secundarias de mayor envergadura y la creación de una Agencia Nacional de Infraestuctura con funciones más ejecutivas.
Ciertamente, se trata de materias que deberían ser abordadas -y con celeridad- por el próximo gobierno ya que, como también ha hecho notar en una columna Gastón Escala, consejero del CPI, los recientes resultados del último índice de Competitividad Global confirman que desde hace una década Chile viene perdiendo competitividad, con debilidades cada vez más latentes en su infraestructura.