El anuncio del fin de semana de Corea del Norte de que estaba entrando en un “estado de guerra” con Corea del Sur, en respuesta a una serie de ejercicios militares conjuntos entre Seúl y Estados Unidos, ha provocado una ola de preocupación mundial y los llamados de distintos gobiernos del globo e incluso del propio Papa Francisco a buscar el entendimiento en lo que parece ser el mayor punto de tensión en esa península asiática en los últimos años, y que incluye las amenazas de Pyongyang de que esa región está al borde de un conflicto nuclear.
Chile no se ha quedado atrás de la inquietud mundial y se ha unido a los llamados de la comunidad internacional, instando a Corea del Norte a deponer su actitud beligerante y retornar a la moderación y al diálogo y, en particular, a volver a las Negociaciones de las Seis Partes, detener su programa de ensayos nucleares y de misiles balísticos, y acatar las sanciones impuestas y cumplir con las resoluciones de la ONU.
Y es que, además, se debe recordar que Corea del Sur es un importante socio comercial de Chile, con envíos nacionales que alcanzaron a
US$ 4.500 millones en 2012, es decir una cifra superior a lo exportado a cualquiera de nuestros vecinos latinoamericanos el año pasado.