La crisis económica y financiera que vive España ha llevado al gobierno de Mariano Rajoy a proponer una “llamativa” salida a uno de sus principales problemas: la vivienda.
Y es que la propuesta del gobierno de dar permiso de residencia a extranjeros que compren viviendas de más de 160.000 euros no deja de llamar la atención, sobretodo porque la iniciativa estaría especialmente enfocada al mercado ruso y chino.
Tras los anuncios efectuados por el secretario de Estado de Comercio, varios representantes de diversos estamentos de la sociedad no se hicieron esperar para salir a comentar la novedosa medida planteada.
El común denominador de estos comentarios ha sido el llamado a la prudencia en las medidas, dado que de hacerse efectiva la propuesta podría generar serios inconvenientes para el país.
El principal temor es que este tipo de decisiones se tome en un estado de desesperación que no permita analizar con profundidad, seriedad y rigor la propuesta.
A juicio de varios personeros de diversas entidades españolas, esta medida podría crear nuevas burbujas inmobiliarias que podrían explotar en el futuro.