Las amenazas sobre Argentina

Una nueva jornada de huelga vivirá hoy Argentina, movilización que se produce a casi dos semanas de la masiva protesta que se registró en el vecino país. Si bien el objetivo de la movilización es que se disminuya o elimine el impuesto a las ganancias (por su impacto sobre los salarios), lo cierto es que la protesta se inscribe en un entorno político, económico y social que tiene a muchos siguiendo detenidamente y con preocupación los acontecimientos trasandinos.



Las restricciones en materia cambiaria; las dudas sobre las estadísticas económicas, en especial la inflación; la fragilidad que demostró el sistema eléctrico durante el último apagón; el desencanto ciudadano con el gobierno, cuya aprobación ha caído a niveles del 33%; el resurgimiento del fantasma del default a partir de recientes fallos internacionales adversos; la creciente sensación de inseguridad que acusan los ciudadanos y la alarmante tendencia a la baja que ha mostrado en las últimas semanas el precio de la soya, la mayor fuente de recursos de esa economía, configuran un cuadro alarmante.

Como se ve los flancos abiertos son múltiples y varios de ellos escapan al control o capacidad de respuesta de las autoridades. No obstante, hay otras dimensiones en donde sí el gobierno puede actuar de modo de contener un eventual deterioro de las condiciones. Se trata, sobre todo, de acciones políticas que permitan corregir el debilitamiento de las confianzas, cuestión que puede estar detrás, por ejemplo, del alto costo de los seguros contra impagos de deuda (CDS), las necesidades de inversión en distintos campos, como el energético y las presiones que se han hecho sentir sobre el mercado de las divisas.