La salud mental en la agenda de las empresas
A lo largo de todo un año de funcionamiento muy anormal por el doble golpe del 18-O y el Covid-19, las empresas de todos los tamaños han tenido que adaptarse —cada cual según sus capacidades— a un entorno laboral muy distinto. Muchos de los cambios más evidentes, como la expansión del teletrabajo, ya eran claras tendencias antes del 2020, pero con la emergencia sanitaria y la crisis económica se han acelerado y masificado a niveles imprevistos.
Algo parecido puede decirse sobre la mayor prioridad que las empresas le están asignando a la salud mental de sus trabajadores, según consignó un reportaje en nuestra edición del pasado jueves. La preocupación de las organizaciones por el bienestar sicológico y emocional de sus colaboradores es muy anterior a esta pandemia, sin duda, pero los profundos cambios que ésta ha impuesto sobre las formas de trabajo hace que hoy sea más urgente enfrentar sus efectos sobre la salud mental de las personas.
Bienvenido, entonces, que cada vez más empresas demuestren esa preocupación pidiendo la asesoría, o contratando los servicios, de sicólogos profesionales, como da cuenta nuestro artículo. Esa es una entre varias medidas posibles para abordar los desafíos de un ambiente laboral bajo nuevas tensiones que entremezclan lo familiar, lo personal y lo profesional.
Pero también habrá que seguir explorando otras opciones. Lo cierto es que hoy existe un riesgo muy real de llegar a una "sociedad del cansancio", como la llama el filósofo Byung-Chul Han, en donde "el tiempo de trabajo es un tiempo sin conclusión, sin principio ni fin (...) La pausa, como pausa de trabajo, no marca ningún otro tiempo. Es sólo una fase del tiempo de trabajo. Hoy no tenemos más tiempo que el del trabajo".
La observación es inquietante. Por ello, para las empresas como para las personas, adaptarse a los cambios en el mundo laboral (y a sus consecuencias) no debe significar resignarse a ellos. Resolver esa ecuación es uno de los muchos desafíos que este año tan complejo nos obliga a enfrentar.