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Alto contrasteLas promesas a comienzos de la década del despegue definitivo de Brasil han dado paso a un prolongado declive, que ahora está sembrando un profundo pesimismo respecto de las perspectivas para la mayor economía de Latinoamérica.
Según una encuesta realizada por Bloomberg entre 750 analistas, inversionistas y traders, más de la mitad de la muestra hoy cree que las políticas de la presidenta Dilma Rousseff no son adecuadas para revitalizar el crecimiento. Y casi 40% de los encuestados, además, piensa que la calificación de crédito del país será rebajada el próximo año por el deterioro de la posición fiscal.
Tras una serie de políticas populistas para impulsar el consumo, presionando al banco central a bajar las tasas de interés y a las entidades financieras a aumentar los préstamos, finalmente la autoridad tuvo que reconocer la amenaza de la inflación, y los tipos comenzaron a subir justo en momentos en que el crecimiento se estancaba.
El gobierno sigue apostando a que la Copa Mundial y los Juegos Olímpicos darán nuevo impulso a la actividad, pero a juzgar por la experiencia de otros países anfitriones que no se beneficiaron tanto como pronosticaban, esta es una apuesta arriesgada.
