Oportuno y del todo bienvenido resultó el anuncio del Instituto Nacional de Estadísticas (INE) respecto a que convocará a expertos internacionales para analizar eventuales cambios a la composición de la canasta del Indice de Precios al Consumidor (IPC).
Si bien esta iniciativa se enmarca en la programación oficial de actualización del referido indicador -prevista para enero de 2014 y con publicación en febrero de ese año-, es un hecho también que en las últimas semanas surgieron visiones críticas sobre algunos aspectos del mismo. En la esencia, los analistas apuntan a la pertinencia de revisar la calidad y obsolescencia de datos que recopila la entidad estadística y considerar los cambios de tendencia en el consumo de los chileno clave.
Esto último será un tema resuelto el próximo año considerando que las modificaciones de la canasta se harán sobre la base de los resultados de la VII Encuesta de Presupuestos Familiares (EPF), que estarán disponibles a fines de agosto.
Este paso, por lo demás, significará cumplir con los estándares sugeridos por la misma OCDE, de forma de consolidar el alto reconocimiento que existe -en el país y el exterior- sobre la seriedad de las estadísticas locales.