VER MÁS
MARKET DATA
<%userdata?.email%>
Editar perfil
Salir
(Twitter)
Instagram
Facebook
LinkedIn
YouTube
TikTok
Alto contrasteLa economía de Brasil, dado su tamaño, suele captar la atención de los agentes tanto en América Latina como en el resto del mundo. Y estos días no han sido la excepción, aunque no necesariamente por muy buenas razones.
Un tema en la palestra es el complejo escenario financiero por el que atraviesa uno de los empresarios referentes del gigante sudamericano, como es Eike Batista. Si bien las complicaciones para quien declaró que quería ser el hombre más rico del planeta se han acentuado con el correr del año, esta semana su compañía OGX no pudo pagar los intereses que implicaba un bono, alentando las expectativas de una quiebra. Por las entidades involucradas -bancos privados y estatales, además de fondos de inversión-, las consecuencias de un fallido desenlace no serían menores para la mayor economía de la región.
Sobre todo, porque no parece el mejor momento para que Brasil sufra remezones adicionales. Ya está inmerso en un cuadro de bajo crecimiento y su situación fiscal enfrenta cierta presión, tal como lo corroboró la agencia de calificación de riesgo Moody’s al reducirle la perspectiva de la nota de crédito de su deuda soberana (Baa2) de positiva a estable.
