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Editorial

Esas esquivas expectativas

Por: Equipo DF

Publicado: Miércoles 5 de noviembre de 2014 a las 05:00 hrs.

Las expectativas juegan un rol clave en el desarrollo económico; sin embargo, es probable que el gobierno no haya ponderado suficientemente su efecto cuando anunció las profundas transformaciones que llevaría a cabo.
Las estimaciones de crecimiento económico no superan el 2% para este año y 2015 sólo se ve más auspicioso por contar con una menor base de comparación. La inversión ha caído por 4 trimestres consecutivos, el consumo y la creación de empleo se han desacelerado y la construcción se contrae. El ministro de Hacienda ha hablado de un punto de inflexión a la espera de un resultado algo más favorable en el Imacec de septiembre -que se conoce hoy-, pero una golondrina no hace la primavera.

Difícilmente se puede culpar ahora al escenario internacional de este negativo panorama, siendo más probable que ello responda al ambiente interno, cuya seguidilla de reformas aprobadas, en tramitación o anunciadas, ha generado un ambiente de incertidumbre y mal pronóstico para la economía chilena. El Indicador Mensual de Confianza Empresarial (especialmente en la construcción) se encuentra en niveles mínimos, similares a los que se observaron durante la crisis mundial de 2008-2009. Mientras no se logre revertir esta alicaída percepción económica, no hay posibilidad alguna de observar una real recuperación.

En este contexto, se requieren señales concretas que permitan prever un cambio de rumbo. Existe un círculo virtuoso entre mejor desempeño económico y expectativas, y viceversa. Pero para ello no basta con declarar buenas intenciones, se necesita mucho más para generar confianzas y volver a alentar la inversión y crecimiento económico del país.

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