En respuesta a los incendios
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En un valorable esfuerzo por recabar un espectro amplio de aportes y opiniones, el Ejecutivo se ha abierto a aprovechar la expertise de gobiernos anteriores en el manejo de catástrofes, reuniéndose con diversas exautoridades para conocer su diagnóstico de los recientes incendios en la V Región y posibles maneras de mejorar la respuesta tanto en términos de la reconstrucción, como de la asistencia a los miles de damnificados.
Pensar en un mejor entramado institucional para enfrentar las consecuencias de estos desastres se hace cada vez más necesario.
Ayer, al estimar el costo aproximado que podría tener la reconstrucción -más de mil millones de dólares-, el ministro de Hacienda enfatizó que la capacidad de reunir esos recursos debe ir de la mano con la capacidad de movilizarlos de una forma que “sea más rápida, más efectiva de lo que ha sido que en otras oportunidades”. Los cambios en la Ley de Presupuestos de este año han sido de ayuda en la emergencia, según el ministro, “pero probablemente vamos a necesitar alguna reforma desde el lado legal y concurrir al Congreso (…) la reconstrucción va a requerir mucha organización”.
En efecto, la mejor respuesta requiere de una coordinación muy fina y permanente entre ministerios cuyas cabezas son pares en el gabinete, lo que inevitablemente obliga a que la conducción provenga del propio Presidente, dado que en nuestro país los gobernadores no tienen el peso institucional necesario (la autoridad) para alinear el trabajo de diferentes carteras en aras de un solo objetivo (reconstruir y asistir). Existe allí un espacio, tal vez, para el tipo de reforma a la que alude el titular de Hacienda.
El documento entregado ayer por excolaboradores del Presidente Piñera en la emergencia del 27-F da una idea de la magnitud de la tarea: 742 millones de dólares, cuatro años, más de 7 mil viviendas dañadas, recuperar 27 barrios. Más aun, esa reconstrucción no puede repetir los déficits previos al incendio, y se debe “mejorar deudas históricas que existían”, como dijo uno de ellos.
Es mucho lo que se puede hacer por prevenir este tipo de desastres o por reducir su impacto. Pero dado que inevitablemente ocurren -y factores como el cambio climático los agravan aun más-, pensar en un mejor entramado institucional para enfrentar las consecuencias se hace cada vez más necesario.