Un favorable comportamiento del empleo gracias al buen desempeño de la economía y, en particular, de la demanda interna en buena parte de América Latina, ha posibilitado un suave aumento en los salarios promedio reales en la región pese al marcado deterioro del entorno externo desde la crisis de 2008, según reciente informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
Mientras los salarios experimentaron dos caídas anuales en los últimos años en las economías desarrolladas -donde la OIT vaticina que hubo un nulo crecimiento durante el año pasado-, se mantuvieron positivos durante toda la crisis en América Latina y el Caribe, África y aún más en Asia.
No obstante, la OIT también ha advertido que debido a que en los países en desarrollo y emergentes solamente cerca de la mitad de los trabajadores son asalariados, se requiere de medidas adicionales para generar más empleos formales y elevar la productividad y los ingresos de los trabajadores por cuenta propia. Así, destaca, mejorar la productividad laboral continúa siendo un desafío clave que debe involucrar esfuerzos para subir el nivel de educación y las capacidades requeridas para una transformación productiva y el desarrollo económico.