El vicepresidente del Banco Central, en entrevista concedida a este medio, ha salido al paso de quienes tildaron de “políticas” algunas de las intervenciones hechas por el titular del instituto emisor con ocasión de la entrega del último Informe de Política Monetaria (IPoM). “El presidente es el vocero del Consejo (y) creo que las reflexiones que dio por lo pronto fueron hechas con altura de miras”, apuntó Enrique Marshall, añadiendo que si aquel testimonio fuera catalogado de político, tendría que serlo dentro de la alta política y no dentro de la liga de las pequeñas cosas que a veces marcan la política partidista.
Que en estos temas el Banco Central tenga una sola opinión habla bien de la entidad, una que por lo demás trimestralmente debe concurrir a un espacio político como es el Senado a actualizar su visión de la coyuntura económica local e internacional. Fue en ese contexto, el Congreso, donde el presidente del Central analizó el momento económico con el rigor que caracteriza a la entidad, no eludiendo una cuestión que ningún economista serio debe omitir, como es la indiscutible relación que existe entre economía y dinámicas políticas y sociales.
Desde que adquirió la condición de autónomo hace dos décadas y media, el Banco Central de Chile se ha ganado un respeto transversal a todo nivel en la sociedad chilena avalado por los resultados macroeconómicos y por el permanente perfeccionamiento de su institucionalidad y sus estándares de información y transparencia, atributos que es de esperar sean valorados si en el debate constitucional que contempla el programa de gobierno se insiste en abordar la naturaleza de su autonomía.