En un artículo publicado por Global Trade Alert se da cuenta de una creciente amenaza al desarrollo mundial futuro: las nuevas formas de proteccionismo han aumentado fuertemente a partir de la crisis de 2009. En los doce meses comprendidos entre junio 2012 y mayo pasado se impusieron en el mundo 431 medidas proteccionistas, sobrepasando con creces una cifra de 141 medidas liberalizadoras.
Las 20 mayores economías del mundo son las principales en este camino proteccionista, explicando un 65% de las medidas. En esta guerra de medidas anti-libre comercio los propios instigadores son los más perjudicados.
Desde noviembre de 2008 a la fecha, el sector transable alemán se ha visto dañado por 700 medidas proteccionistas, el norteamericano por 800, y el récord lo enfrentan los exportadores chinos, con cerca de 1.000 medidas de este tipo. El efecto final es menor empleo y crecimiento mundial. Este neoproteccionismo incluye cláusulas de tipo tecnológico, ambiental, antiinmigración y subsidios directos e indirectos a la producción nacional.
Como era de esperar, nuestro país no encabeza los rankings de países más proteccionistas, como sí lo hace Argentina y en menor medida Brasil. Sin embargo, es importante tener conciencia de esta peligrosa tendencia mundial, de tal forma que nuestra respuesta no sea una dosis de la misma medicina.
En el mediano plazo siempre será preferible la apertura como estrategia de desarrollo permanente. No olvidemos que Chile inició su apertura comercial dentro de un mundo que seguía el camino inverso, y hoy nadie duda que fue tremendamente positiva.