Ecuador: ¿elección contra corriente?

n el actual cuadro político latinoamericano, la elección de Guillermo Lasso como nuevo Presidente de Ecuador parece ir en contra de la corriente, al menos en dos grandes sentidos.

Por un lado, se trata de la victoria de un político de derecha en una región donde vuelven a cobrar fuerza ideas y figuras afines al populismo de izquierda, al punto de que algunos analistas hablan de una posible “segunda ola rosa”, similar a la que lideró Hugo Chávez desde Venezuela a inicios del siglo y que en los últimos años parecía en caída, pero que hoy muestra signos de nueva vitalidad en Perú, Bolivia, México, Argentina o Brasil, y por cierto en Venezuela y Nicaragua.

Por otra parte, la plataforma que apoyaron mayoritariamente los ecuatorianos sólo puede describirse como ortodoxa, esto es, con menos énfasis en grandes promesas abstractas como “justicia social” e “igualdad”, y más centrada en propuestas para impulsar el sector petrolero, recuperar el empleo, concesionar infraestructura, eliminar un impuesto a los envíos de dinero y otras de esa índole. Si la campaña ofreció alguna “épica” a sus seguidores, ella se centró en el crecimiento económico, el sector privado y el comercio internacional como motores de progreso y prosperidad.

Para Ecuador, esa plataforma representa un giro respecto de una década y media de administraciones que, en líneas generales, pusieron foco preferente en la redistribución por sobre el crecimiento. Los ecuatorianos han votado, es cierto, muy movidos por el duro impacto de la pandemia en 2020 -lo que castigó electoralmente al gobierno anterior-, pero también por un estancamiento económico que antecede al Covid.

Más que un cambio de izquierda a derecha, entonces, tal vez los ecuatorianos han votado por un cambio hacia una agenda económica centrada en el crecimiento y en el mercado, aprovechando sus ventajas naturales y abriéndose al mundo. En una región donde muchos parecen seguir creyendo en otras recetas (también en Chile), la de Ecuador es una apuesta interesante.