Expertos, parlamentarios, autoridades y centros de estudios concuerdan que el calendario electoral previsto para el presente año podría hacer más complejo el trabajo legislativo. Quienes sostienen esta tesis, recuerdan que este 2013 tiene bastantes singularidades, como las elecciones primarias que tendrán lugar a fines de junio; las nuevas fechas con que se programaron la primera y segunda vuelta presidencial (las que se realizarán en meses tradicionalmente de mucha actividad legislativa), a lo que se suma que las parlamentarias seguramente producirán que muchos legisladores que buscan su reelección (cerca de un 80%) destinen menor tiempo al trabajo en comisiones y sala.
La expectativa tiene como antecedente lo producido en otros años electorales, en donde no sólo se ha registrado una mayor dificultad para el trabajo legislativo, sino que además muchas de las iniciativas son abordadas con una mayor carga política, exacerbando la confrontación y las diferencias.
No obstante, el Ejecutivo y algunos parlamentarios consultados por este medio han dicho que esperan hacer esfuerzos para que dicha situación se vea atenuada y no suponga el estancamiento de iniciativas claves o que se requieren con premura. La priorización de aquellos proyectos relevantes, un buen manejo de las urgencias, la búsqueda de consensos y una buena disposición de las bancadas para favorecer los avances, resultarán esenciales. En especial, para que no se dilaten las definiciones que el país requiere con urgencia en materias como educación, energía, mercado del trabajo, capacitación, seguridad ciudadana, además de las reformas políticas e institucionales en carpeta.