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Alto contrasteDesempleo
Una positiva evaluación hicieron ayer las distintas autoridades económicas del país acerca del comportamiento observado por el mercado laboral durante el trimestre móvil diciembre-febrero.
Una positiva evaluación hicieron ayer las distintas autoridades económicas del país acerca del comportamiento observado por el mercado laboral durante el trimestre móvil diciembre-febrero.
En el citado período, de acuerdo a lo informado por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), la desocupación se ubicó en 7,3%, es decir, en el mismo nivel verificado en el lapso noviembre-enero.
Lo positivo y auspicioso, tal como lo destacaron los ministros de Hacienda, Economía y del Trabajo, estuvo dado por el aumento que registró la cantidad de trabajadores “asalariados” -cuyo empleo se asume de mejor calidad- respecto al trimestre inmediatamente anterior, en contraposición con la baja de los denominados por “cuenta propia”, que revisten un carácter más informal. En el primer caso, el incremento fue de 0,8%, mientras que en el segundo el descenso llegó a 2% en el referido lapso.
El mismo titular de Hacienda, Felipe Larraín, destacó que en doce meses la creación de puestos de trabajo superó los 470 mil.
El punto que no profundizaron los respectivos ministros dice relación con el mayor desempleo que mostraron diez de las quince regiones -cinco de las cuales por sobre el promedio nacional-, incluidas aquellas golpeadas por el terremoto y maremoto que afectaron la zona centro sur del país en febrero de 2010.
Otro aspecto algo ausente en el análisis público fue el menor ritmo de creación de empleo que se observó respecto al trimestre inmediatamente anterior. Más que por el hecho mismo, lo llamativo fue la magnitud, puesto que sólo se generaron algo más de dos mil ocupaciones, una cifra que dista de lo observado en los trimestres precedentes.
Dicha cantidad, por lo demás, se dio en circunstancias que se mantuvo estable la fuerza de trabajo e, incluso, creció el número de inactivos luego de haber registrado tres períodos consecutivos de disminuciones.
Dado lo anterior, pareciera que no todas las lecturas de la tasa de desocupación de diciembre-febrero dejan un saldo del todo favorable. Algunas, por lo menos, llaman a una cierta cautela, sobre todo porque se avecina el invierno y es en esta etapa precisamente -por razones estacionales- cuando se tiende a complicar el escenario laboral.
Y si bien hay consenso respecto a que este año no se repetirá la creación récord de puestos de trabajo de 2010, la meta del gobierno apunta a una cifra de 200 mil, que tampoco resulta menor y trivial.
Clave, por lo mismo, es lograr un acertado y oportuno diagnóstico de la real capacidad de absorción de empleos que tiene hoy la economía chilena.
