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Alto contrasteDefinición en Isapres
El sistema de seguros privados de salud, de Isapres, se encuentra viviendo lo que sus ejecutivos han definido como el momento de mayor tensión y complejidad...
El sistema de seguros privados de salud, de Isapres, se encuentra viviendo lo que sus ejecutivos han definido como el momento de mayor tensión y complejidad en cerca de 30 años de existencia. La decisión del Tribunal Constitucional que objetó el esquema actual de tablas de factores utilizado para ajustar los precios de los planes que cobran a sus afiliados, ha creado un espacio de incertidumbre generalizada no sólo porque dejó un vacío normativo que urge suplir en el ámbito legislativo, sino que también porque dio pábulo a una seguidilla de acciones legales en las cortes de justicia, las que sólo prometen seguir en aumento, amenazando el día a día del sistema.
El cuadro que se ha configurado se torna aún más complejo si se considera que con el correr de los días las alternativas de solución de corto plazo al impasse, que tomaron la forma de un proyecto de ley corta de Isapres, se han topado con señales adversas de parte de parlamentarios de la Concertación, quienes han señalado que Éste es un tema que ha logrado unirlos “por convicción”.
Pero más allá de esta declaración y de otras frases en tono crítico que autoridades y políticos han emitido en el pasado respecto del sistema privado de salud, lo concreto e inminente es que esta industria que alberga a millones de beneficiarios está atravesando una etapa de incertidumbre que incluso llevó a algunas de sus empresas a suspender por unos días la venta de nuevas pólizas. Se trata de un cuadro que, como han reparado algunos centro de estudio, tiene aristas complejas porque una opción como la señalada restringe la libertad de elección de los chilenos entre los subsistemas público y privado de salud.
Pero más allá de estas situaciones de orden coyuntural, el sistema de Isapres se enfrenta a un desafío de gran calibre y que tiene que ver con su naturaleza de seguro solidario. Si bien acotar la brecha en la tabla de factores entre los afiliados que más pagan y los que menos está en línea con lo resuelto por el Tribunal Constitucional, ello no necesariamente da una solución a los problemas estructurales. Los incentivos que se derivan de un esquema de precios como el señalado se podrían traducir tanto en una migración de afiliados desfavorecidos, los que probablemente hoy son reacios a hacer una decisión en ese sentido porque no ven como suficientemente atractiva la alternativa del sistema público, como en una mayor tasa de rechazo de aquellos más “caros” para el sistema.
En este cuadro, las Isapres y el Estado no pueden cerrar los ojos, pensando que las piezas se acomodarán solas sin que unos u otros -o ambos- tengan que asumir parte del costo.
