Constitución y certidumbre económica
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Uno de los efectos más negativos que produjo el proceso constitucional anterior fue la inquietud que generó respecto de su efecto en el ordenamiento económico y el libre funcionamiento de los mercados. Así, junto con aspectos que hacían abrigar temores sobre la igualdad ante la ley, la integridad territorial o la estabilidad política, entre otros, la incertidumbre económica fue uno de los principales motivos detrás el mayoritario rechazo a la propuesta de la Convención Constitucional. En suma, las personas en general no creyeron que esa Constitución fuera el camino hacia una mayor prosperidad, sino más bien lo contrario.
Una tarea del Consejo será reinstaurar la idea de que la Constitución fije las grandes líneas del ordenamiento económico, no todos sus detalles.
La elección del Consejo Constitucional ha producido, al menos en lo coyuntural, la impresión opuesta en los actores económicos. Según ha consignado este diario, el resultado del domingo -que marcó un movimiento pendular en lo político respecto de la Convención- parece alentar expectativas de una mayor disposición de los inversionistas nacionales y extranjeros a apostar por la economía chilena, y de una mayor seguridad para esas inversiones.
Ello es sin duda bienvenido, pero hasta ahora se trata sólo de percepciones a priori; para hacerlas más concretas, el Consejo enfrenta un reto a la vez práctico y conceptual.
Si un grave error de la Convención fue creer que la vía al progreso consiste en darle rango constitucional a todas las materias económicas -para así proteger derechos y entregar garantías, con el Estado como protagonista central-, la tarea del Consejo será reinstaurar la idea de que la Constitución debe fijar los grandes lineamientos del sistema económico, para que sean las leyes y el Congreso los que aborden los detalles y especificidades.
Esta es una mejor receta que el maximalismo constitucional para asegurar que las reglas del sistema económico -de la producción, del mercado, de la inversión, del trabajo, del consumo, de la privacidad, etc.- respondan mejor a las condiciones siempre cambiantes de la economía moderna.