Buenas prácticas societarias

La Superintendencia de Valores y Seguros dio a conocer ayer una propuesta de normativa que tiene por finalidad que las empresas materialicen conductas que busquen mejores políticas internas, esta vez por la vía de la autorregulación y no en forma voluntaria como se hace hasta ahora.



De acuerdo a estos cambios que se proponen, la SVS establecerá las mejores prácticas para gobiernos corporativos para que todas las sociedades anónimas abiertas se comparen con ellas y respondan si es que cumplen “completamente”, “ampliamente”, “parcialmente” o no cumplen con los parámetros fijados por el regulador.

Se trata de una especie de autoevaluación anual que se considerará -al igual que los balances- como información de mercado y herramienta de análisis para inversionistas.

El tema no es menor, ya que si se produce un caso a investigar y se logra determinar que éste se provocó porque alguna práctica que la compañía dijo que sí cumpliría no lo hizo, se expone a ser sancionada por haber entregado información falsa al mercado, para lo cual incluso arriesga una responsabilidad penal.

Aplaudible la medida si fomenta mayor transparencia en la entrega de información al mercado, pero sin duda también abarca temas sensibles porque puede existir cierta información que pueda ser de carácter reservado o constituir un activo estratégico frente a la competencia.

Por otro lado, si bien las empresas están llamadas a una autorregulación en esta materia, es evidente que la normativa nueva será incorporada en las compañías dado que será una herramienta de atractivo para los inversionistas. Es decir, nivela para arriba.