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Editorial

Biodiésel, oportunidad ambiental y económica

Chile genera hasta 19 millones de toneladas de residuos industriales al año, pero una porción muy menor es recuperada.

Por: Equipo DF

Publicado: Martes 28 de enero de 2025 a las 04:00 hrs.

Hace unas semanas, Enap anunció que por primera vez logró producir diésel a partir de 350 mil litros de aceite de cocina usado, recolectado de restoranes y locales de comida rápida del país, transformándolo en un combustible con iguales cualidades químicas, pero significativamente reducido en carbono. En la refinería ubicada en Concón, la estatal consiguió una versión que cumple con la normativa chilena de combustibles, procesada a partir de desechos y que se estima que por cada litro reduce en cerca de 80% el CO2 equivalente.

Chile genera hasta 19 millones de toneladas de residuos industriales al año, pero una porción muy menor es recuperada.

Si bien esta tecnología data de los años ‘80, aún no ha alcanzado una escala de producción masiva que desplace el uso de los combustibles fósiles clásicos. Países como Argentina, Brasil, China o la Unión Europea están entre los mayores productores, liderados por Estados Unidos, que en 2023 alcanzó una capacidad de producción de diésel renovable de aproximadamente 282 mil barriles por día y registró importaciones superiores a 1,36 millón de toneladas métricas el mismo año.

Entre los principales beneficios del biodiésel destacan su contribución a la reducción sustantiva de gases de efecto invernadero y la menor contaminación en cuerpos de agua, ya que en lugar de que se desechen aceites de cocina, se reutilizan. Naturalmente, el biodiésel tiene costos menores de producción, los que varían según la dependencia del mercado de los fósiles y de las oportunidades asociadas a la economía circular.

Chile cuenta con una “Hoja de Ruta para un Chile Circular al 2040”, lanzada en 2019 durante el segundo mandato del Presidente Sebastián Piñera, que fijó ambiciosas metas para 2030 y 2040. Estas incluyen la generación de empleos verdes, la disminución de residuos sólidos por habitante y respecto del PIB, mejoras en la productividad, aumentos en la tasa de reciclaje y recuperación de terrenos degradados por vertederos ilegales.

Sin embargo, datos del Ministerio de Medio Ambiente y estudios académicos apuntan a que en Chile se generan entre 17 y 19 millones de toneladas de residuos industriales sólidos al año, de los cuales una porción muy menor ingresa a algún proceso de reciclaje, recuperación o circularidad. Apenas un 22% de los desechos se revaloriza y el restante 78% se elimina sin tratamiento alguno. La reciente experiencia de Enap abre, así, la oportunidad para repensar y revitalizar este tipo de iniciativas, a la luz de mejores incentivos –incluidos los tributarios- que estimulen a las empresas a invertir en economía circular, pensando además en los enormes beneficios ambientales, sociales y económicos que pueden obtenerse.

Chile ha demostrado liderazgo en sostenibilidad mediante políticas de Estado enfocadas en energías renovables, minerales críticos y materiales estratégicos para la transición energética. Sin embargo, persiste el desafío de optimizar la gestión de recursos, reducir desechos y valorizar pasivos ambientales. En este contexto, tanto el sector privado como el público tienen la oportunidad de avanzar mediante innovación y una visión moderna de la economía, que priorice un desarrollo verdaderamente equilibrado.

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