Baja en exportaciones: otra señal de alerta
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Si bien el año pasado concluyó con una balanza comercial de saldo positivo para Chile (US$ 1.729 millones), según cifras del Banco Central las exportaciones exhibieron en diciembre su noveno mes consecutivo a la baja. Así, respecto de diciembre de 2023, los envíos al exterior cayeron para la minería (-15,2%), el sector agropecuario-silvícola y pesquero (-16,5%), el frutícola (-16,3%) y el industrial (-10,8%).
Esa tendencia negativa en las ventas al extranjero es una mala noticia para un país como Chile, tan fuertemente insertado en las cadenas de comercio global como (exitosa) estrategia de desarrollo por ya varias décadas. Y ante ello, la respuesta de algunos sectores -no por primera vez- sería proponer un “desarrollo hacia adentro” que dependa menos de la economía internacional, como se ha intentado en experiencias pasadas en Latinoamérica, también en Chile, siempre con malos resultados. Hasta no hace mucho, el discurso contrario al TPP-11, por ejemplo, reflejaba ese tipo de mirada.
Aun cuando la baja en las exportaciones -y también en las importaciones- pueda reflejar en alguna medida dinámicas internacionales fuera del control de Chile, con seguridad también reflejan una pérdida de impulso de origen interno y no externo.
La lectura correcta, en cambio, es que Chile debe esforzarse por ampliar, profundizar y redoblar sus oportunidades de comercio global, no por limitarlas. De hecho, aun cuando la baja en las exportaciones -y también en las importaciones- pueda reflejar en alguna medida dinámicas internacionales fuera del control de Chile, con seguridad también refleja una pérdida de impulso de origen interno y no externo.
Ello parece confirmar la conveniencia -de hecho, la necesidad- del reciente cambio de eje hacia el crecimiento que se aprecia en parte de la agenda económica del Gobierno. Si ello representa sólo un nuevo énfasis en la retórica o más bien un real giro en la política económica está por verse, pero es un cambio bienvenido respecto de un discurso casi exclusivamente enfocado en la redistribución y la desigualdad. Una mayor preocupación por retomar el dinamismo exportador es parte integral de cualquier estrategia de recuperación económica de corto y mediano plazo.