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Alto contrasteLa inflación se ha transformado en un verdadero dolor de cabeza para la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff. El dato de enero conocido la semana pasada reveló que los precios locales subieron al mayor ritmo para ese mes desde 2003.
Con el alza de 0,86% del Indice Nacional de Precios al Consumidor Amplio (IPCA), la inflación en doce meses se empina hasta el 6,15%. El techo establecido por el banco central de ese país para dicho indicador es de 6,5%.
Tras ello, en el mercado comenzó a especularse con un alza en la tasa de interés de referencia, la que estpa en un mínimo histórico de 7,25%. No obstante, una medida de ese tipo complicaría todavía más los esfuerzos que está haciendo el gobierno para reactivar la economía local.
En un intento por contener el alza de los precios, la presidenta brasileña anunció la semana pasada que se estudia una posible eliminación de impuestos para los productos que integran la canasta básica de alimentos. La mandataria se ha impuesto el objetivo para este año de reducir la inflación, luego que el año pasado cerrara en 5,48%, De acuerdo a los cálculos que se hacen desde el sector privado este indicador mostrará un alza aún mayor durante este año.
