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Opinión

De niñas a mujeres en la ciencia

BÁRBARA STENGELVicedecana de Gestión y Vinculación con el Medio de la Facultad de Ingeniería y Ciencias UAI

Por: Equipo DF

Publicado: Martes 11 de febrero de 2025 a las 04:00 hrs.

El 11 de febrero se conmemora el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, fecha establecida por la ONU para reconocer el rol fundamental que las mujeres desempeñan en el desarrollo científico y tecnológico. Esta fecha es una oportunidad para cuestionarnos qué tan cerca estamos de construir un entorno realmente inclusivo en estos campos. Si bien hay avances, las cifras revelan que la igualdad de género es una asignatura pendiente.

En Chile, según el Ministerio de la Mujer y Equidad de Género, aunque las mujeres representan más del 50% de las matrículas en educación superior, solo uno de cada cuatro estudiantes en áreas STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas) es mujer; escasa representación se traduce en una falta de modelos a seguir, lo que perpetúa el ciclo histórico y limita el acceso de las niñas a carreras científicas y tecnológicas desde el inicio de su formación. Además, aún vemos brechas salariales entre áreas donde predominan las mujeres y las dominadas por hombres: mientras que las mujeres graduadas en carreras como educación básica o enfermería cuentan con un sueldo promedio de $814.315 al segundo año de egreso, los graduados de carreras de ingeniería civil eléctrica o computación e informática, dominadas por hombres, obtienen un salario de $1.408.522. También hay un techo de cristal en la academia: las mujeres representan solo el 22% de las profesoras titulares.

¿Qué estamos haciendo como sociedad para cambiar esta realidad? El papel de la educación superior es crucial. Es necesario trabajar para crear un ambiente inclusivo que fomente la participación activa de las mujeres en todos los campos del conocimiento, en especial donde la representación femenina es marginal. Las políticas institucionales deben convertirse en acciones concretas que promuevan la igualdad de oportunidades, el acceso a mentorías, y la visibilidad de mujeres científicas que sirvan de ejemplo a las futuras generaciones.

Es crucial que las niñas no solo sean conscientes de su potencial en la ciencia, sino que cuenten con recursos, acompañamiento y seguridad para desarrollarlo, lo que implica transformar tanto estereotipos de género como las estructuras laborales que dificultan la inclusión plena de mujeres. De no hacerlo, arriesgamos perder valiosas contribuciones a la innovación y al desarrollo en sectores clave como tecnología, salud y sustentabilidad, entre otros.

En Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia debemos replantearnos cómo hacer de la ciencia un campo accesible y atractivo para todos, independientemente de su género. Hay que trabajar para que más mujeres lleguen a lugares de toma de decisiones, a laboratorios, empresas tecnológicas y proyectos de investigación.

No se trata de preparar a las niñas para que “rompan barreras” por sí solas; sino de que el sistema les brinde herramientas, apoyos y oportunidades para que puedan desarrollarse en cualquier área del conocimiento. La ciencia y tecnología son, y deben seguir siendo, campos de todos y para todas.

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