Claves del éxito de la educación en Asia

Verónica Neghme

Para este año se esperan movilizaciones estudiantiles en nuestro país, siguiendo con la agenda educacional puesta por los estudiantes secundarios y universitarios el año pasado. Nadie cuestiona la necesidad de hacer ajustes y elevar la calidad de la misma, porque el desarrollo de una nación depende principalmente de los estándares educacionales de sus instituciones.

La cultura en la que se desarrolla el proceso educativo de un país, sin duda tiene mucha influencia en sus características y resultados.

Así, los países asiáticos como Singapur, Corea del Sur, Japón e incluso China (concretamente en Shanghai y Hong Kong), han ocupado los lugares más altos en los resultados del programa PISA, en matemáticas, ciencias, lectura. ¿La explicación? Políticas, valores culturales y familiares diferentes. En China, la familia ocupa un lugar importante en la conducción del proceso educativo, no solo apoyándolos y pagándoles para que tengan la mejor educación, sino también preocupándose de guiarlos.

En estos países existe conciencia que la educación es el camino para triunfar. La educación es un elemento de competitividad, lo que también es visto así en China y en Corea del Sur, en donde los alumnos además han ocupado los primeros lugares en la prueba TIMSS (ciencias y matemáticas), porque el proceso educativo está orientado más que a la memorización de conocimientos, a la resolución de problemas y a la comprensión de lectura. El lugar de las matemáticas en la enseñanza coreana es fundamental.

La gran cantidad de horas extras dedicadas al estudio fuera de las aulas, es consecuencia de la cultura de disciplina, esfuerzo y dedicación al estudio, heredada de la filosofía china de Confucio. El estudio es un valor moral, pero va acompañado de una fuerte competencia para acceder a los mejores establecimientos y universidades y es una fuente de movilidad social. Existen además políticas de incentivos de gobierno con la creación de institutos de investigación para el apoyo curricular.

La educación es concebida como un proceso continuo en la vida y a ella se han incorporado tecnologías de aprendizaje a distancia. No todo es de maravillas, pues las sobre exigencias (altas horas de estudio fuera de clases), han llevado tanto en Corea del Sur como en Japón a altas tasas de suicidios. Los padres pagan en Corea educación extra, para que accedan a los mejores establecimientos educacionales y la educación representa el 40% del presupuesto familiar.

Este es sin duda un tema complejo y probablemente modelos exitosos afuera no pueden ser copiados por las diferencias culturales. Pero sí hay algo claro en el Chile de hoy: el esfuerzo y la dedicación no es un valor, salvo excepciones; estamos en una cultura de lo fácil, rápido y superficial. No se estimula la lectura y se tiende mucho a la memorización, más que enseñar a pensar. Internet se usa para entretención y/o para copy paste. El reto está no solo en cambiar políticas, resolver el problema real de los altos costos de la educación, sino en cambiar paradigmas culturales que han trivializado nuestra sociedad, lo que nos está haciendo perder competitividad y lo que es más importante, valores básicos.