Medidas reactivadoras de Hacienda: Buena señal, pero falta sustancia

Sergio Lehmann

El ministro de Hacienda anunció hace algunas semanas 22 medidas reactivadoras para el crecimiento, focalizando su acción en el diseño de políticas que contribuyan a sacar a la economía de su sostenida debilidad.

Las medidas anunciadas se agrupan en tres categorías: financiamiento, exportación de servicios y simplificación de trámites. En lo que a financiamiento se refiere, lo más novedoso dice relación con la posibilidad de ampliar las alternativas de inversión de AFP y compañías de seguros, permitiendo su participación directa en proyectos de infraestructura. Esto permite no sólo diversificar de mejor forma sus inversiones, sino que además llevaría a una reducción en los costos de financiamiento de obras de infraestructura, lo que va en directo beneficio a una mayor competitividad económica. Se hace referencia también a créditos especiales para innovación, así como para empresas de menor tamaño, con limitado acceso al financiamiento bancario. Cabe destacar que casi la mitad de las medidas anunciadas tienen como propósito estimular la exportación de servicios. Éstos representan algo menos del 3% de la canasta exportadora chilena, por lo que si bien es importante potenciarlos, su efecto en crecimiento es menor. Respecto de la simplificación de trámites, es positivo que se vuelva a poner sobre la mesa este aspecto crucial, reconociéndose el alto costo de la burocracia, atentando de paso contra la productividad y extendiendo injustificadamente el tiempo requerido para emprender alguna actividad.

Es una buena señal desde Hacienda entonces. Más aún, podría conllevar algún impacto positivo en la confianza. Sin embargo, no es suficiente para producir una inflexión decidida en la pobre dinámica en que se encuentra sumida la economía chilena. El Banco Central ha señalado que la inversión volvió a caer en 2015 y para este año se mostraría prácticamente estancada. Es ahí donde deben centrarse los esfuerzos para mejorar nuestro desempeño económico. De forma de lograr un giro efectivo en este ámbito, se deben generar incentivos contundentes para la inversión. La eliminación del FUT a partir de la reforma tributaria, restó un instrumento que jugó un rol primordial en el aumento de la inversión en Chile en los últimos 30 años. Se generaron beneficios asociados al ahorro de las empresas y al financiamiento con capital propio de nuevos proyectos. Es natural entonces, de forma de hacer frente a ello, entregar beneficios tributarios a la inversión, al menos de forma transitoria, especialmente en aquellos sectores donde se aprecian oportunidades. En lo grueso, los menores ingresos fiscales serían compensados con mayor recaudación asociada al crecimiento económico. Más allá del efecto positivo que genera en la disposición a invertir de las empresas, llevaría a un aumento en la confianza, que, como bien sabemos, se correlaciona fuertemente con la actividad económica. Da cuenta además que salir del actual estancamiento en que se encuentra la economía requiere de un esfuerzo conjunto de autoridades de gobierno, políticos y empresas. Hace rato ya que es tiempo de que comencemos a remar todos hacia un mismo lado, avanzando más decididamente hacia el desarrollo.