Haciendo regresar el romance a la oficina
Hay muchos tipos de empresas familiares, como recordé cuando Virgin Money adquirió recientemente el banco británico Northern Rock, el cual estamos en proceso de rebautizar Virgin Money...
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Richard Branson
Hay muchos tipos de empresas familiares, como recordé cuando Virgin Money adquirió recientemente el banco británico Northern Rock, el cual estamos en proceso de rebautizar Virgin Money. Mientras recorría el país, dando la bienvenida a los empleados de Northern Rock como nuevos miembros del Virgin Group, fue evidente el fuerte espíritu familiar del banco. No sólo encontré constantemente parejas casadas que trabajaban en las mismas oficinas, sino que, en varios casos, hijos e hijas también.
No puedo imaginar una aprobación más fuerte que el hecho de que un empleado recomiende la compañía a sus familiares como un buen lugar para trabajar.
Un par de días después de esas reuniones, cené con un viejo amigo de Nueva York que me preguntó sobre la política de Virgin acerca de los romances de oficina. Yo no había pensado en este tema antes. Todos pasan más tiempo que antes en el sitio de trabajo y, como la mayoría de los matrimonios por primera vez tienen lugar entre personas de entre 25 y 30 años, enamorarse en la oficina parecería inevitable, más que una falta corporativa. Por lo que sé, en Virgin nunca hemos tenido ningún problema con relaciones de oficina; y no las prohibimos.
Hablé con algunas personas en compañías progresistas y usé su consejo y su experiencia en Virgin para desarrollar un enfoque más cómodo y práctico ante los romances de oficina. Patrones y empleados pueden usar estos lineamientos para evitar problemas sin acribillar a Cupido.
1. Hacer regresar el romance a la oficina. Lo que parecería aplicable aquí es mantenerlo simple. Si se dice a los empleados solteros que están en libertad de tener una relación con cualquier colega soltero que lo consienta sería más fácil obtener el cumplimiento y el respeto por la política de la compañía.
Cualquier lineamiento que ponga en práctica debería estar diseñado para evitar obligar a la gente a ocultar sus relaciones; esa apertura resultará ser algo positivo para su compañía y sus empleados.
2. ¿Quién reporta a quién? Aunque no es del todo sorprendente que dos personas que trabajan de cerca se enamoren, no deberían estar en una situación en la que una debe supervisar a la otra.
3. Tratar de volverla una relación a larga distancia. Aunque todas las compañías y las situaciones son diferentes, los gerentes deberían tener en mente que probablemente no es buena idea que la pareja trabaje junta, especialmente en un departamento pequeño. No importa cuán discreta y sensata pudiera ser la pareja, una relación de trabajo demasiado cercana invitaría a los problemas. Alguna distancia física sería buena para todos.
4. La discreción es la clave. Una persona a la que consulté dijo: ‘’Deberían actuar como una pareja casada en la oficina; nada de muestras de afecto exteriores’’. Quizá un chiste malo, pero también sensato.
5. Mantenerlo fuera de la red. Las parejas no deberían usar los sistemas de correo electrónico corporativos para enviar mensajes muy privados. Un error podría difundir la nota a toda la compañía; ¡quizá sea mucho mejor mantener las cosas en privado!
Cualquier compañía progresista debería pensar dos veces acerca de prohibir los idilios de oficina. En vez de introducir reglas que produzcan empleados distraídos e infelices, sería mucho mejor preparar algunos lineamientos de sentido común para su empresa que ayuden a las parejas hacer frente a relaciones que inevitablemente surgirán, y de una manera que sea útil para todos, desde los gerentes de la pareja hasta sus colegas.
Una gran compañía se comporta de manera similar a una familia extendida; vitoreando los éxitos, encontrando el lado bueno de los errores y reuniéndose periódicamente para reconectarse. Los empleados que se enamoran son parte de la aventura, y debería celebrarse.