Reimaginar las inversiones sustentables desde la integración de las bolsas de valores

Juan Pablo Torres, vicedecano y profesor de estrategia, Escuela de Negocios UAI

Hace unos días se realizó el evento “Ring de Bell”, organizado por Nuam Exchange, la reciente integración de las bolsas de valores de Santiago, Lima y Bogotá, con el apoyo de la Escuela de Negocios de la UAI. En un evento simultáneo en las tres ciudades se dio inicio a una serie de conversaciones sobre las tendencias más importantes en el mercado de capitales de Latinoamérica. En Santiago, el eje central de la discusión fue la sustentabilidad de las inversiones y el financiamiento corporativo.

Los mercados de capitales son estructuras fundamentales que facilitan la transferencia de recursos desde los ahorradores, conocidos como inversionistas, hacia diversos sectores de la economía. Su objetivo principal es gestionar de manera eficiente el financiamiento de las empresas productivas.

En este contexto, es crucial generar un sentido de urgencia entre los actores del mercado de capitales para enfrentar los crecientes desafíos ambientales, sociales, geopolíticos y de gobernanza corporativa. Abordar estos temas no solo es necesario para la sostenibilidad de las empresas, sino también para asegurar la estabilidad y el desarrollo de las economías latinoamericanas.

Uno de los datos más reveladores proviene de Morningstar, un proveedor de análisis y evaluaciones de productos financieros quién reportó que, en el segundo trimestre, los fondos sostenibles europeos captaron US$ 11.800 millones, un aumento respecto a los US$ 8.400 millones revisados del trimestre anterior.

El Global Sustainable Investment Review publicado en noviembre de 2023 señala que los activos globales gestionados bajo criterios ambientales, sociales y de gobernanza (ESG, por su sigla en inglés) alcanzaron los US$ 35,3 billones (millones de millones), representando un 36% del total de los activos financieros a nivel mundial.

Estos datos indican que cada vez más inversionistas buscan mitigar riesgos asociados al cambio climático, las desigualdades sociales y la gobernanza deficiente, y prefieren destinar su capital a empresas comprometidas con estos principios.

Un caso emblemático es el de BlackRock, el gestor de activos más grande del mundo, que anunció en 2020 que la sustentabilidad sería el núcleo de su estrategia de inversión. Larry Fink, CEO de BlackRock, ha enfatizado en varias ocasiones que el riesgo climático es un riesgo de inversión, y que las empresas que no se adapten a esta realidad verán una contracción de su acceso a capital en los próximos años.

En Chile, el mercado de capitales también está respondiendo a esta presión global. La Bolsa de Santiago lanzó el IPSA ESG Tilted, un índice que agrupa a empresas chilenas con mejores puntajes en términos de sustentabilidad, y que desde su creación ha mostrado un rendimiento incluso siendo superior al índice IPSA tradicional en ciertos períodos.

Además, la Comisión para el Mercado Financiero (CMF) ha comenzado a exigir en su Norma 461 que las empresas listadas en bolsa reporten información no financiera relacionada con los impactos ambientales y sociales, lo que aumenta la transparencia y la presión sobre las empresas para que actúen responsablemente.

Chile, Perú y Colombia tienen un enorme potencial para ayudar a las empresas a reimaginar sus negocios, no solo a través del financiamiento de grandes corporaciones mediante Nuam Exchange, sino también mediante el apoyo a emprendimientos de base tecnológica o startups que buscan resolver problemas ambientales y sociales con modelos de negocio innovadores y escalables. La Bolsa de Valores de Santiago ha lanzado la iniciativa "ScaleX Santiago Venture Exchange", que facilita opciones de financiamiento atractivas para empresas en crecimiento con componentes tecnológicos en sus productos, servicios o modelos de negocio.

Con la integración de las bolsas de valores, también existe una oportunidad única para desarrollar un ecosistema de financiamiento enfocado en la innovación temprana, con el objetivo de enfrentar los grandes desafíos de los negocios en Latinoamérica, como la reducción de emisiones de CO2, la mejora en el uso eficiente del agua, la creación de formas limpias de generación de energía y, además, la promoción de la cohesión social y el bienestar de todos los habitantes de la región.