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Alto contrasteComo ya ha sido ampliamente difundido, este año se celebran los 10 años de la entrada en vigencia del Tratado de Libre Comercio entre Chile y EEUU. En esta década, el intercambio comercial entre ambos países ha mostrado cifras muy positivas, al igual que la inversión extranjera.
No obstante lo anterior, es importante también reconocer que con frecuencia se menciona la protección de la propiedad intelectual como un tema en el que existen diferencias entre ambos países. Pero éstas se han ido trabajando en conjunto, logrando así puntos de encuentro y espacios para seguir avanzando en esta línea y obtener beneficios mutuos.
Desde hace algún tiempo, en AmCham hemos buscado la forma de generar espacios de encuentro y de abordar este tema de manera creativa y bajo un prisma de acción positivo. La razón fundamental que nos motiva a adoptar esta estrategia es que estamos convencidos que en la medida que la propiedad intelectual sea debidamente protegida, ésta tendrá un efecto en la generación de nuevos emprendimientos e innovación, lo cual no sólo promueve mayor competencia, sino que genera además una mejora en el nivel de competitividad de los emprendimientos chilenos en el mundo. Sin duda esto contribuye a mejorar la calidad de vida de los chilenos.
Con este fin hemos generado una amplia agenda positiva y constructiva en torno al tema de innovación y propiedad intelectual. Dentro de las principales iniciativas que hemos realizado recientemente se encuentra el convenio de cooperación con el Instituto Nacional de Propiedad Industrial (Inapi), el cual tiene como principal enfoque la capacitación, el intercambio de información y la promoción del conocimiento. Asimismo, AmCham está en proceso de definición de los términos de referencia de un concurso audiovisual de cortometrajes para promover la protección de la propiedad intelectual, que se realizará este año. Con el objetivo de cumplir con un rol educador, ya llegamos a un acuerdo con la cadena Cine Hoyts para que el corto ganador sea mostrado durante un mes antes de cada película que se exhiba en sus cines.
Nos interesa promover a nivel nacional e internacional los casos exitosos de innovación y patentamiento que han ocurrido en Chile. Solo por nombrar uno: Crystal Lagoons es un ejemplo emblemático de lo que una empresa chilena puede lograr. Esta compañía solo en los últimos seis meses ha sido reconocida, tanto por el gobernador de Florida como por una importante entidad económica de ese estado, por su trayectoria de innovación y el alto impacto que ha tenido en el desarrollo tecnológico y la comunidad de Miami.
Con optimismo vemos que Chile está recibiendo importantes inversiones de empresas estadounidenses orientadas a promover la innovación y el desarrollo tecnológico. Es el caso de 3M que cuenta con un Centro de Innovación en Antofagasta y un segundo que comenzará a construir este año en Santiago. Por su parte, Laboratorios Pfizer abrirá en el país su primer Centro Internacional de Excelencia de América Latina, el cual requerirá una inversión de
US$ 21 millones.
Estamos convencidos que el desarrollo de largo plazo de Chile está en buena parte ligado a su capacidad de avanzar en materia de competitividad, lo cual le permitirá continuar con su exitoso proceso de inserción internacional y globalización. Un factor fundamental en este proceso es que el ambiente de innovación sea el adecuado para promover el desarrollo del conocimiento. En este sentido, confiamos que al proteger la propiedad intelectual, estamos incentivando nuevos emprendimientos, y así promoviendo también una mayor competencia.
En Chile se observa desde hace varios años un cambio cultural que lo puede llevar a ser un líder en materia de innovación. Para estimular y apoyar este proceso debemos ser creativos y potenciar la actitud positiva que en inglés de manera muy directa se denomina win-win y que quiere decir, que hay que hacer crecer la torta para que todas las partes salgan ganadoras y, en definitiva, tenga el efecto de incrementar el bienestar de todas las partes involucradas.
