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Columnistas

Por una cultura pro transparencia

Por: Equipo DF

Publicado: Lunes 6 de mayo de 2013 a las 05:00 hrs.

Hoy, Chile cuenta con una ciudadanía cada vez más empoderada, que exige mayor participación y contar con instituciones sólidas y confiables. Por eso, conscientes de que responder a esta demanda es fundamental para avanzar al desarrollo, desde que llegamos al gobierno el 11 de marzo de 2010 hemos impulsado una intensa agenda pro transparencia.

En ese contexto, hemos puesto en funcionamiento el Portal para la Transparencia del Estado, lo que marca un hito en la cultura pro transparencia en el país. En esta nueva plataforma digital los chilenos pueden acceder en un solo sitio a toda la información pública emanada de los organismos regulados por la Ley de Transparencia. En www.portaltransparencia.cl podrán solicitar información e interactuar con los organismos públicos, interponer sus reclamos -cuando así corresponda- ante el Consejo para la Transparencia y así obligar a las instituciones a perfeccionar su desempeño.

Los primeros pasos para levantar esta plataforma se dieron en 2011, con la firma de un convenio entre el gobierno y el Consejo para la Transparencia. A partir de este acuerdo, el Ejecutivo proveyó al Consejo para la Transparencia recursos extraordinarios cercanos a los $ 600 millones para el diseño del portal, además de los recursos informáticos y el apoyo para el posterior funcionamiento de esta innovadora iniciativa.

Este convenio marcó, además, el inicio de una mayor colaboración entre el gobierno y el Consejo para la Transparencia, tras el objetivo de profundizar las políticas de transparencia gubernamental.

Un logro relevante que refleja este espíritu de colaboración es el sostenido progreso en el cumplimiento de la denominada transparencia activa de las instituciones públicas, que hoy bordea el 98% en la administración central. También se expresa en el Índice de Transparencia Internacional 2012 que destacó a Chile entre los 20 países de mayor probidad pública y como líder en América Latina, lo que representó un fuerte ascenso respecto a 2009, cuando figuraba en el lugar 25.

Este esfuerzo, además, ha incluido la capacitación que se entrega a los funcionarios sobre el acceso a información pública, tanto en conjunto con el Consejo como con organizaciones de la sociedad civil, como Chile Transparente. Asimismo, hemos participado en foros y seminarios, abriendo espacios en materias tan relevantes como la Alianza para el Gobierno Abierto, lo que quedó demostrado en el Segundo Encuentro Regional de Gobierno Abierto celebrado en Chile en enero pasado.

Como Ejecutivo, además, hemos sido pioneros al establecer que las máximas autoridades de gobierno, desde el presidente y pasando por ministros, subsecretarios, intendentes y jefes de servicio, publiquen su patrimonio e intereses en Internet. Esta acción ubicó a Chile a la cabeza de los países integrantes de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE), cuyo mandato de publicar esta información se restringe a mandatarios, ministros y subsecretarios.

En este sentido, sin duda aún tenemos desafíos en relación con la agenda legislativa de probidad y transparencia. Debemos seguir avanzado hacia la aprobación de proyectos fundamentales como el de Probidad en la Función Pública, el que modifica la Ley de Acceso a la Información y el que regula el Lobby.

Para avanzar más estamos trabajando mancomunadamente con los parlamentarios de la Bancada Pro Transparencia para lograr acuerdos en el Congreso y así aprobar estos proyectos fundamentales.

Del mismo modo estamos colaborando con el cumplimiento de la transparencia en las empresas públicas mediante un plan de trabajo implementado con el Sistema de Empresas Públicas y también trabajamos con las ONG por medio del proyecto “Transparentemos”, que define estándares de transparencia para estas organizaciones.

Establecer esa cultura de la transparencia, que es parte de nuestro compromiso, no sólo permitirá que los ciudadanos tengan acceso a información pública, sino que reforzará la confianza de la ciudadanía en sus instituciones y permitirá contar con un Estado moderno, lo cual tendrá un efecto positivo para el país y su democracia.

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