¿Por qué los latinoamericanos buscan refugio en las cripto?
MARÍA PÍA AQUEVEQUE Directora de empresas, experta internacional en activos digitales
América Latina es la segunda región del mundo con mayor adopción de cripto. Países como Brasil, Venezuela, México y Argentina, desde hace unos años destacan a nivel mundial en su uso para realizar pagos, remesas, inversiones a largo plazo y, dependiendo del país, hasta para protegerse contra la inflación e intentar sobrellevar los vaivenes económicos. Seguidos por Colombia y Perú, los latinoamericanos buscan refugio en criptoactivos como bitcoin y “stable-coins” respaldadas en dólar. El creciente acceso a tecnología y la participación activa de jóvenes que han impulsado este fenómeno en la región demuestra cómo se pueden transformar sociedades a pesar de las adversidades económicas.
Latam no solo ha mostrado liderazgo en la adopción creciente de criptoactivos, sino también en conocimiento del mercado. Algunos expatriados de las principales economías de la región tienen muchos años de experiencia cripto, mucho antes de la pandemia. Esa experiencia nació de la necesidad de encontrar alternativas al sistema financiero tradicional y para preservar el valor de su dinero.
“Brasil, Venezuela, México y Argentina destacan a nivel mundial en el uso de criptos para realizar pagos, remesas e inversiones a largo plazo”.
“Hay una gran oportunidad en cada crisis”, decía Albert Einstein. El “corralito” que limitó la extracción de dólares y que pesificó esos ahorros para perjuicio de los ciudadanos. La prohibición y luego limitación de compra de dólares estadounidenses. Situaciones similares son pasado y presente en otros países cómo en Venezuela, Colombia o Brasil, lo que ha llevado a buscar alternativas a la banca tradicional, donde bitcoin -que bajó de 38% a 22% del portafolio- y stablecoins respaldadas en dólar - donde USDC y USDT aumentó de 30% a 39%, mientras que XRP resurgió con un 9% ante anuncios de que será respaldada por el dolar- se han posicionado cómo las predilectas de los latinoamericanos. Pero también es cierto que ha favorecido la mayor conciencia sobre la importancia de la “propiedad” y la “programabilidad” del dinero. Esto no solo desafía al sistema monetario piramidal que ha permitido impulsar las economías desde el inicio de la Revolución Industrial, sino que además pone en jaque el modelo de la banca tradicional. Dando paso así, a una verdadera innovación financiera, más profunda que una simple actualización tecnológica.
“Un optimista ve una oportunidad en toda calamidad, un pesimista ve una calamidad en toda oportunidad” según Winston Churchill. Lejos de ser algo que alarme a la banca latinoamericana y al sistema monetario tradicional, debiera ser algo que nos entusiasme. En América Latina hay dos elementos esenciales para la innovación financiera, a través de los criptoactivos: conocimiento y escala de adopción. Nos falta unificar conceptos y marcos de acción: regulación. Los Gobiernos de Latam debieran avanzar en consensuar un marco regulatorio innovador que resguarde a los inversionistas y que a su vez permita la creación de nuevos productos financieros innovadores. Esto a su vez, no solo activará el sistema financiero, sino las economías y el espíritu emprendedor de nuestra Latinoamérica.