Peso digital: ¿actualización tecnológica o innovación financiera?

María Pía Aqueveque

Recientemente el Banco Central (BC) publicó un segundo informe expresando su intención de avanzar en pilotos internos para textear y familiarizarse con distintas soluciones tecnológicas asociadas a una Moneda Digital de Banco Central (MDBC). Aún cuando no ha tomado una decisión sobre si la emitirá o no, busca crear las capacidades internas para su evaluación. Para ello deberá plantearse si adoptará una óptica de actualización tecnológica o de innovación financiera.

La actualización tecnológica suele enfocarse en la eficiencia, la optimización de operaciones, etc., mientras que la innovación apunta a crear nuevos productos y servicios financieros, y a desarrollar soluciones que mejoran las existentes. Hasta el momento, las publicaciones del BC han sido muy conservadoras y parecen estar más enfocadas en una actualización tecnológica, declarando que el banco tendría una relación directa con los intermediarios financieros, y, a su vez, estos se relacionarían con las personas y los comercios.

“Si el Banco Central decide que hará sólo las cosas que sabe que funcionarán, va a dejar las mejores oportunidades sobre la mesa”.

Es decir, no está en los planes cercanos explorar un proceso que lo vincule directamente con el cliente final. ¿Pero acaso no podría ser eficiente que ciertos servicios, como subsidios directos, sean distribuidos a través del Banco Central programándolos para que se utilicen exactamente para lo que fueron entregados?

A pesar de que el camino escogido es el de un modelo de dos niveles, resultará interesante saber si las Pruebas de Concepto (PoC) que simularán el flujo con los intermediarios buscarán sólo emular los procesos ya existentes, o explorarán una solución más eficiente. Vale la pena recordar que, si bien el sistema financiero local a lo largo de los años ha implementado desarrollos tecnológicos para aumentar su eficacia, estos se han realizado sobre infraestructura antigua como base. Es decir, su arquitectura no necesariamente es la más eficiente.

El documento del BC señala que en la interacción con empresas y personas vinculadas al ecosistema de pagos e incluso con el público general, más que ver motivaciones relacionada con innovación financiera de frontera —como es el dinero programable o las finanzas descentralizadas—, ven oportunidades para resolver problemas o fricciones en el sistema de pagos, vinculados principalmente a aspectos de competencia y organización industrial. Lo curioso es que estos aspectos de concentración de mercado, en general, se deben más a barreras de entrada por requerimientos regulatorios y a economías de escala -debido al tamaño del mercado chileno-, que al costo de los medios de pago electrónicos.

La pregunta esencial es: ¿Cuál va a ser la motivación del Banco Central que va a primar en su exploración de las PoC del peso digital? Sí está claro que, si decide que hará sólo las cosas que sabe que funcionarán, dejará las mejores oportunidades sobre la mesa.