Es tiempo de actuar
Padre Hugo Tagle En twitter: @hugotagle
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Padre Hugo Tagle
Con este dramático lema, se inaugurará en diciembre la 25ª Conferencia de las Partes (COP). Sus decisiones lamentablemente no son del todo vinculantes, pero sí una clara llamada a la acción ante lo que ya es fatal evidencia: un cambio climático galopante, con visos de tragedia si no se actúa a tiempo. Si bien Chile solo produce un 0,25% de las emisiones globales de CO2 que contribuyen al calentamiento global, se encuentra entre las 10 naciones más afectadas por este fenómeno.
El último estudio del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC) de la ONU concluyó que solo tenemos hasta 2030 para reducir drásticamente nuestra dependencia de los combustibles fósiles y evitar que el planeta alcance el umbral crucial de 1,5 grados Celsius en que se ha ido calentado el mundo desde la era preindustrial. De no ser así, no habrá vuelta atrás, ya que revertir esta espiral calorífica será casi imposible. Dos botones de muestra: el pasado mes de julio fue el más caluroso jamás registrado y el apocalíptico incendio de las Amazonas que se extiende como pesadilla.
Así y todo, hay caminos para revertir el daño causado. Primero, apoyar medidas que impulsen la forestación, en especial con especies autóctonas, lo que contribuirá a reducir el exceso de CO2 en la atmósfera. Lo han hecho países del norte de África con el llamado "cordón verde", que cruza el continente de este a oeste a la altura del Ecuador.
No desperdiciemos los alimentos. Sobre el 25% de los alimentos terminan en el tarro de la basura. ¿Cómo estamos por casa? Buena pregunta para revisar las malas costumbres familiares. El Papa Francisco lo ha repetido varias veces: "Los alimentos que se tiran a la basura son alimentos que se roban de la mesa del pobre".
Cambiemos los hábitos alimenticios. No es necesario el alto consumo de carne a que está habituado el mundo occidental. Se puede reemplazar por otros nutrientes. Seguir una dieta baja en carbono no solo beneficia a la salud, sino también al medio ambiente. Evitemos productos que necesiten alto consumo de energía o recursos naturales o requieran de un complejo envasado.
Chile fue el primer país sudamericano en prohibir las bolsas plásticas en los grandes centros comerciales. Luego vendrá el pequeño comercio. Un modesto aporte que ha significado menos plástico en bosques, playas, mares y ríos. Y se nota el impacto positivo. El reciclaje debe ser una cultura de vida.
Que la COP25 no sea un festival cool de "buena onda ecológica", cócteles y suvenires. O atinamos, o no habrá nadie para una COP26.