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Padre Hugo Tagle

De las cenizas a la esperanza

Por: Padre Hugo Tagle

Publicado: Lunes 6 de febrero de 2017 a las 04:00 hrs.

Padre Hugo Tagle

Padre Hugo Tagle

Un emotivo relato de la BBC sobre los incendios en Chile se pregunta: “¿Qué hace que los chilenos sean tan resistentes a las tragedias?” Y se sorprende que no viera a nadie “bajoneado”, desesperanzado, triste.

Ha habido gestos conmovedores, de gran nobleza. Sabemos sacar fuerzas de flaqueza. El odio destruye; el amor y el perdón vencen. Sí, estamos acostumbrados a luchar contra la adversidad. Tras las cenizas y la humareda, se pueden reconstruir ciudades más hermosas, más seguras, más humanas. Que esta calamidad dé paso a la alegría y la esperanza.

Y aprovecho de felicitar aquí a la comunidad mapuche Pillán Mapu Malchehue, en Panguipulli, que envió toneladas de fardos de forraje para campesinos afectados por los incendios. Este hermoso gesto llega en medio de las especulaciones en redes sociales donde se asegura que serían mapuches los autores de distintos focos incendiarios. Es un signo concreto de ayuda en la tragedia que sufren compatriotas y una parte no menor de comunidades hermanas suyas. Así como ellos, también han hecho gestos similares muchas otras comunidades de pueblos originarios. Es de esperar que estos gestos se sigan produciendo en el futuro, ya que esto de ayudar recién comienza. Estaremos en la reconstrucción de casas, poblados, calles y campos mucho tiempo.

Los mapuches son una de las muchas etnias que enriquecen nuestro territorio. Arauco somos todos. Nadie puede arrogarse una cierta exclusividad o dominio sobre su cultura, idioma o terrenos. La inmensa mayoría de los mapuches son cristianos. Es una cobardía miserable el que algunos pocos afiebrados les quieran quitar incluso su fe. Se han quemado cobardemente varias iglesias y capillas cristianas. Los que lo hacen claramente no son mapuches. Los desprecian. No entienden nada sobre ellos.

Por la urgencia de los incendios, pasaron desapercibidas una serie de reuniones en Temuco entre representantes de comunidades mapuches, autoridades locales e Iglesia. Conversando se entiende la gente. Ojalá que sus conclusiones sean escuchadas y aplicadas para, por fin, encontrar caminos de encuentro y progreso para ellos y toda la región. Chile merece la paz. Los más pobres, muchos mapuches, se la merecen. Es un menosprecio a los que menos tienen el alimentar discordias artificiales y negarse al diálogo.

Que el inicio del año nos pille más reconciliados. Chile es tierra de encuentro, de unidad, de paz. Hagamos que sea realidad ¡Y que Dios bendiga a todos los voluntarios y profesionales en el combate a los incendios!

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