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Columnistas

Más innovación para el financiamiento de emprendedores

Por: Equipo DF

Publicado: Martes 25 de febrero de 2014 a las 05:00 hrs.

Fomentar el emprendimiento no solo requiere despejar la cancha para que las empresas puedan partir, crecer y desarrollarse, sino también promover mecanismos que permitan acceder al financiamiento, tarea históricamente esquiva para los emprendedores en Chile y el mundo.

Las razones detrás de esta dificultad de acceso al financiamiento las resumen los economistas Udell y Berger: (1) calidad y cantidad de información disponible, (2) historial de comportamiento de pago y (3) el tamaño de la empresa y su vulnerabilidad a cambios en el mercado.

Es de amplio consenso que una de las principales características que diferencian a las empresas es la cantidad y calidad de la información que manejan: las grandes empresas reportan estados financieros auditados, entregan información al mercado de capitales, transan bonos, emiten acciones, y entregan señales sobre la evolución del negocio y su valor. En términos del historial de comportamiento de pago, las empresas más pequeñas presentan niveles de morosidad en promedio 7 veces superiores y su probabilidad de fallar es casi 3 veces mayor a las grandes empresas. Por lo tanto, cabe esperar que los nuevos emprendimientos tengan más dificultades para acceder al financiamiento y, si lo hacen, será a un costo mayor.

Durante estos últimos años, logramos que Chile sea uno los pocos países del mundo donde se puede constituir empresas en un día; nos convertimos en líderes mundiales en atraer talento extranjero a través del programa Start-Up Chile, abriendo fronteras para que nuestros compatriotas se atrevan a emprender y pensar en grande; y también actualizamos los programas de acceso al financiamiento y la legislación para tener un mercado de capitales acorde a la generación del Bicentenario. La interrogante hacia el futuro es cómo promover la innovación en el sistema financiero para profundizar el acceso y mejorar las condiciones de financiamiento.

Innovar implica necesariamente asumir riesgos; el regulador debe balancear esta variable junto con la estabilidad del sistema financiero a la hora de cumplir su mandato. Ejemplo de esto, es lo ocurrido después de la reciente crisis subprime, cuando los reguladores norteamericanos, en pos de resguardar la estabilidad del sistema financiero, pudieron haber relegado la innovación a un segundo plano. Muy por el contrario, fomentaron la innovación. Así, tomando los resguardos pertinentes, favorecieron el acceso al crédito y permitieron el desarrollo y expansión de nuevas empresas como Paypal, una de las compañías más importantes en el mundo en pago electrónico; y Lending Club y Prosper, plataformas de préstamos de persona a persona que generaron más de US$2 billones de créditos en condiciones más convenientes.

Incluso fueron más allá y ampliaron el acceso a fuentes de capital privado para emprendedores: en 2012, el Presidente Obama promulgó la Ley “Jumpstart Our Business Startups” conocida como “JOBS Act”. Esta permitió a las nuevas empresas emitir acciones a través de crowdfunding, sin la necesidad del procedimiento tradicional que rige la oferta pública de acciones. Esto abrió la puerta para que miles de emprendimientos lograran financiarse y ampliar, de paso, las oportunidades de negocio para cientos de inversionistas.

El desafío de Chile, es seguir avanzando para que en un trabajo conjunto entre reguladores y emprendedores, se desarrollen nuevos mecanismos que permitan, sin una dependencia exclusiva de fondos públicos, seguir abriendo espacios y financiar futuros proyectos en las mejores condiciones posibles.

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