Mario contra los fantasmas…
El comienzo de la conferencia de Mario Vargas Llosa en la Feria del Libro de Buenos Aires daba la pauta del tenor de su propuesta...
El comienzo de la conferencia de Mario Vargas Llosa en la Feria del Libro de Buenos Aires daba la pauta del tenor de su propuesta.Agradecerle a la presidenta argentina por interceder y evitar el veto a su presencia, y pedir que este gesto se contagie a sus colaboradores y que guíe el futuro de su gobierno, enmarcan la fina ironía del actual Premio Nobel de Literatura.
No es fácil ser un verdadero liberal en este continente dónde la libertad de expresión siempre estuvo sesgada por dictaduras, por democracias frágiles, por concentración de poder de los medios, por la falta de educación promovida por la pobreza. La idea de la libertad es complicada y más aún cuándo las ideas se matan sin piedad de parte de supuestas mayorías que gritan más fuerte.
En su conferencia y en el posterior reportaje, el tema de la libertad y Argentina fueron el eje. Y en ese reportaje, más que responder, Mario Vargas Llosa hizo la pregunta que muchos argentinos aún rehúsan plantearse: ¿Qué nos pasó?
Aquel país de primer mundo de principios de siglo XX, aquel país “modelo” que marcaba tendencia en educación y desarrollo científico que lo transformaba en el líder intelectual de América Latina, aquel país de la clase media sólida y extensa. Aquel país, ya no es. ¿Qué pasó? ¿Qué fue de la democracia progresista de principios de siglo XX? ¿Qué fue de las oportunidades perdidas década tras década?
Argentina política es un país antiguo. Como dice Fernando Savater, decirse “peronista” da la sensación de hablar de alguien del pasado, similar a que un español se plantee como “franquista”. En este tiempo, un país de “ismos” es una triste pieza de museo.
Ese modelo encarnado por caudillos que van de un lado a otro de las ideologías según las décadas y las modas, han generado las “guerras” sociales inconclusas y eternas que promueven la falta de consistencia y la ausencia de ser consecuentes con lo positivo y con la esencia de una identidad que se pierde progresivamente.
Mario Vargas Llosa dio en Argentina una lección de libertad, de democracia y de libros como parte esencial de la libre expresión, del verdadero liberalismo que no solo es económico, sino social, cultural, y político como lo muestran las sociedades más avanzadas. Una lección para nuestra América Latina, para que la libertad se manifieste en unión, en transversalidad social y en la equidad necesaria para alcanzar el desarrollo tan deseado.