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Columnistas

Mantener el curso

AXEL CHRISTENSEN Director de Estrategia de Inversiones para América Latina, BlackRock

Por: Equipo DF

Publicado: Martes 1 de febrero de 2022 a las 04:00 hrs.

En nuestras Perspectivas Globales para 2022 recomendamos reducir parcialmente las posiciones en acciones a una sobreponderación moderada. Ello, en atención a las preocupaciones por la confusión que anticipábamos en el entorno macroeconómico al acercarnos al inicio de alzas de tasas de interés de la Reserva Federal de Estados Unidos.

No tuvimos que esperar demasiado: el desconcierto se ha materializado durante enero. La caída de aproximadamente 10 % en las acciones de EEUU, sin mayores cambios de los fundamentos en nuestra opinión, las hace más atractivas en la superficie. Por ello, ya no vale la pena reducir más la exposición a ellas. Sin embargo, teniendo en cuenta las tasas de interés esperadas más altas, no creemos que las acciones hayan caído lo suficiente como para comprar, impulsadas por precios más atractivos. Así, en las condiciones actuales, lo mejor es mantener el curso.

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A veces la decision mas dificil es no hacer nada. El contexto es crucial. El retroceder en las acciones está lejos de las magnitudes que justifican una reevaluación a gran escala de la estrategia adoptada. A pesar de que es el mayor ajuste en más de un año, es modesto en comparación con algunas de las caídas observadas durante la última década. También se produce después de una corrida particularmente fuerte.

Como advertíamos, el mercado ha anticipado los efectos de las subidas de tasas de interés por parte de la Reserva Federal en los próximos dos años. Sin embargo, lo que es más importante, la suma total de las subidas no ha cambiado, solo el momento en que ocurrirán. Es por eso que creemos que el movimiento de las acciones no puede explicarse solo por esta razón. La prima de riesgo de la renta variable estadounidense -nuestro indicador de valorización preferido, ya que considera tanto expectativas de utilidades corporativas como tasas de interés- subió. El mayor retorno que exigen los inversionistas ya reflejaría la confusión sobre si la Reserva Federal irá más allá de lo esperado, destruyendo deliberadamente la demanda para reducir la inflación, así como preocupaciones en el frente geopolítico.

Luego, mantenemos nuestra visión -señalada en nuestras Perspectivas Globales 2022- de un segundo año consecutivo de rentabilidad positiva para acciones y negativas para bonos. Los factores subyacentes a esa posición no han cambiado. Sin embargo, también estamos viendo la confusión que habíamos señalado: el riesgo de que los bancos centrales y los mercados malinterpreten el reinicio inusual y la inflación impulsada por la oferta. La confusión se manifiesta a través de una rápida revisión de las expectativas de política de la Reserva Federal y el aumento de las tasas a corto plazo.

¿Qué nos llevaría a cambiar nuestra postura de seguir el curso? Elevaríamos la exposición accionaria ante un retroceso más profundo de precios o que la Reserva Federal reconociera que vivirá con algo de inflación para equilibrarlo con su objetivo de empleo. Para bajarnos, la Reserva Federal tiene que priorizar la lucha contra la inflación por sobre la actividad.

Pero no todo es Reserva Federal. Los riesgos geopolíticos, aunque normalmente no son eventos de mercado de larga duración, podrían influir en la confianza del mercado (y en nuestra decisión). Pero precisamente porque son difíciles de anticipar con precisión, es preferible mantener el curso.

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