¿Los acuerdos de libre comercio de Chile son afines a la Organización Mundial de Comercio?
Recientemente la Organización Mundial del Comercio (OMC) presentó en Ginebra, Suiza, su Informe Anual sobre el...
Recientemente la Organización Mundial del Comercio (OMC) presentó en Ginebra, Suiza, su Informe Anual sobre el Comercio Mundial, dedicado este año a los Acuerdos de Libre Comercio. En él se describen históricamente estos acuerdos, reconociendo que han enriquecido las relaciones comerciales al reglamentar temas que por ahora no están cubiertos por la OMC. Además, identifica las causas y efectos de este tipo de convenios, señalando que su proliferación ha provocado un debate respecto de su coherencia y compatibilidad con las reglas de la OMC.
Si bien este organismo permite a sus miembros celebrar estos acuerdos, existen disciplinas para asegurar que ellos no se contrapongan con el sistema multilateral. Como tales reglas no son claras, el Informe enfatiza que los gobiernos necesitan encontrar un modo coherente para que ambos sistemas se complementen, para que el multilateralismo potencie los acuerdos como creadores de comercio y se minimicen los efectos de desviación del comercio.
La experiencia de Chile de 21 tratado con 58 países -segundo detrás de la Unión Europea con la mayor cantidad-, es un ejemplo de cómo el contenido, profundidad y alcance de los pactos ha ido variando reflejando los cambios en el mundo. Si hace unos años las preocupaciones versaban sobre cómo el acceso preferencial crearía o desviaría comercio, hoy están centradas en cómo evitar la discriminación que surge de regulaciones internas que pueden utilizarse con fines proteccionistas.
Nuestro país ha tenido como política -y así se reconoce en el Examen de Chile, elaborado por la misma OMC en 2009- negociar acuerdos bilaterales que sean complementarios al sistema multilateral de comercio y coherente con sus disciplinas. Ello se ha traducido en la búsqueda constante de mayor integración entre los mercados junto con el desarrollo e implementación de reformas regulatorias de carácter no discriminatorio en diversos sectores económicos. Además, siendo un país prominentemente exportador, esas regulaciones internas se deben basar en estándares internacionales, promoviendo así una mayor coherencia entre los diversos regímenes regulatorios.
En este nuevo escenario presentado en el Informe de Comercio Mundial, la OMC puede y a nuestro juicio debería, jugar un rol fundamental en el campo de los acuerdos comerciales. Nuestro país ha sido un activo proponente de estudiar y aclarar las disciplinas de la OMC para definir cuándo estos acuerdos son consistentes con el sistema multilateral. En la Ronda de Doha el tema ha sido debatido y un primer paso fue la aprobación de un mecanismo de transparencia de los acuerdos que fue impulsado, entre otros, por Chile. De hecho, en estos exámenes de transparencia, la mayoría de nuestros acuerdos han sido aplaudidos por sus altos estándares y cobertura. En resumen, el interés de Chile recoge una experiencia de 30 años de apertura comercial y es un fiel reflejo del compromiso de nuestro país con el sistema multilateral.