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DF Conexión a China | Las aguas agitadas que vislumbra Xi

Juan Pablo Toro Director ejecutivo de AthenaLab

Por: Juan Pablo Toro | Publicado: Martes 18 de octubre de 2022 a las 04:00 hrs.
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Juan Pablo Toro

El esperado discurso del Presidente Xi Jinping en el marco del XX Congreso del Partido Comunista de China, más que sorprender por los anuncios, llamó más bien la atención por las serias advertencias que hizo sobre los tiempos difíciles que se vienen.

No cabe duda e que el mundo de hoy es muy distinto al de hace una década, cuando Xi, al iniciar su mandato, pregonaba sobre la construcción de una “comunidad de destino compartido” de la Humanidad, idea detrás de la Iniciativa de la Franja y la Ruta.

“El Presidente chino plantea que no se hagan expectativas de un cambio de capitán en medio de la tormenta, ni menos de rumbo. Al menos, China parece que no lo hará”.

“Debemos ser más conscientes de los peligros potenciales, estar preparados para los peores escenarios y estar listos para soportar fuertes vientos, aguas agitadas e incluso tormentas peligrosas”, dijo el domingo el líder ante los 2.300 delegados en la Asamblea del Pueblo, pero también ante una audiencia global que observa atentamente el cónclave donde se renueva el liderazgo chino.

La realidad es que hoy la competencia estratégica entre grandes potencias está de regreso. El Covid-19 se niega a desparecer. Las economías son golpeadas por la inflación y el bajo crecimiento. Y la inestabilidad política llega incluso a los países desarrollados. En tal sentido, se explica que uno de los tópicos más repetidos por Xi haya sido el de “seguridad”, puesto en que en todos esos ámbitos se requiere mucho más de esa esquiva condición.

Propuso seguir avanzando en una disuasión estratégica efectiva, mientras reivindicó el uso de la fuerza para reunificar Taiwán en caso de no prosperar la vía pacífica. Un guión conocido, pero donde el destinatario final del mensaje es claramente Estados Unidos.

Si bien el manejo de la creciente rivalidad con Washington es un gran desafío para el tercer mandato de Xi, también sus sociedades se están volviendo problemáticas. La proclamaba amistad “sin límites” con el presidente Vladimir Putin ahora enfrenta la prueba de la invasión rusa a Ucrania, que aparte de tener destino incierto, solo sirvió para unificar a un Occidente que venía en proceso de división. Y en la frontera con China, el díscolo líder norcoreano bate récords de ensayos con misiles.

En la economía, el Presidente Xi no se hizo cargo de los pronósticos que hablan de una ralentización (curiosamente ayer no se entregaron cifras del tercer trimestre), y dijo que para 2035 China debía tener el ingreso per cápita de un país de desarrollo medio. También abogó por mantener las políticas de “Cero Covid”, las que habrían golpeado el crecimiento con cierres intempestivos, según algunos expertos.

“En medio de cambios drásticos en la arena internacional, nos mantuvimos fuertes y mostramos un espíritu de lucha para salvaguardar nuestra dignidad y nuestros intereses”, afirmó el líder chino más poderoso desde Mao.

En su apuesta por proyectarse en un tercer mandato hasta 2027, como resultado probable de este 20° congreso del Partido Comunista chino, Xi está partiendo con anuncios de “aguas agitadas”, lo cual no es muy esperanzador. Y, sin decirlo, también plantea que no se hagan expectativas de un cambio de capitán en medio de la tormenta, ni menos de rumbo. Al menos, China parece que no lo hará.

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