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Inflación: ¿continuará elevada?

LUIS FELIPE LAGOS Economista, consultor

Por: LUIS FELIPE LAGOS | Publicado: Miércoles 15 de junio de 2022 a las 04:00 hrs.
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LUIS FELIPE LAGOS

La inflación ha aumentado en el mundo; en EEUU alcanza a 8,6%, en la Eurozona, 7,4%, en Latinoamérica, 9,3% e incluso ha repuntado en Asia. Chile marca 11,5%, algo no visto desde 1994.

La mayor inflación se asocia generalmente a los problemas de suministro de las cadenas logísticas y al alza del precio de las materias primas y alimentos debido a la invasión rusa a Ucrania. En rigor, estos son cambios en precios relativos, unos precios suben en relación a otros, pero no es un alza generalizada en los precios y salarios, lo que corresponde a inflación. Sin embargo, estas alzas de precios y costos pueden traspasarse a otros precios generando persistencia y, por consiguiente, incrementan la inflación que medimos. La naturaleza de este fenómeno debiera ser transitoria, aún cuando el conflicto bélico puede extenderse.

“Si no recuperamos la disciplina fiscal, el control de la inflación estará en juego”.

En Chile y EEUU tenemos un genuino aumento en la inflación debido al exceso de demanda generado por una política fiscal y monetaria muy expansiva en 2021. La ayuda en Chile alcanzó en torno a US$ 80.000 millones (IFE más retiros) y en EEUU, 5 trillones. Sobre este incremento de la demanda, tenemos el efecto de aumento de precios de alimentos y materias primas. Reducir el exceso de demanda requiere en estos países una política monetaria más restrictiva.

¿Pero, podría continuar la mayor inflación en el mediano plazo? Sí, y esto depende de la política fiscal, como predice la teoría fiscal del nivel de precios (Cochrane 2021). El valor de la deuda pública es igual a los superávits primarios (antes del pago de interés) esperados. Si se anticipa que estos superávits son menores al stock de deuda, el país no podrá hacer frente al pago de esta, los individuos se desprenderán de los bonos de gobierno y este monetizará la deuda causando inflación; esta ha sido la tradición en América Latina. No obstante, la expectativa de un problema fiscal, puede aumentar la inflación hoy, sin requerir un incremento en el dinero, así se licua la deuda nominal, restableciendo el equilibrio.

Si la deuda está indexada a la inflación, al anticiparse menores superávits fiscales futuros, no habrá más alternativa que la monetización o un default. En el caso de la deuda externa, solo cabe el default.

Nótese entonces que lo relevante no es que tan elevada es la deuda en relación al PIB para explicar la inflación, sino que la capacidad del gobierno para generar superávit primarios para pagar la deuda. Asimismo, un banco central puede estar subiendo su tasa de política para intentar anclar la inflación, pero si existe un problema fiscal no logrará el control de la inflación.

El caso de Chile es particularmente preocupante. Si bien el Gobierno ha anunciado que optaría por la responsabilidad fiscal, el mayor gasto en derechos sociales: educación, salud, vivienda y pensiones; la condonación del CAE, el fin de la iniciativa exclusiva de gasto del Ejecutivo y la autonomía financiera regional que propone la Convención, puede conducir a déficits sustanciales y mayor deuda de lo proyectado. Adicionalmente, la capacidad de generar superávits primarios depende del crecimiento económico, que permite ampliar la base impositiva, y este crecimiento tendencial ha caído significativamente. Más de alguien dirá que tenemos una reforma tributaria en carpeta, pero sabemos que la capacidad de recaudar de esta es muy limitada y los mayores impuestos reducen el crecimiento tendencial.

Si no recuperamos la disciplina fiscal, el control de la inflación estará en juego.

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