Click acá para ir directamente al contenido
Columnistas

Estados Unidos: el gigante en aprietos

Los acuerdos alcanzados en el Congreso de Estados Unidos lograron detener temporalmente el reloj de una crisis mucho más profunda que meras consideraciones económicas.

Por: Equipo DF

Publicado: Martes 9 de agosto de 2011 a las 05:00 hrs.

Los acuerdos alcanzados en el Congreso de Estados Unidos lograron detener temporalmente el reloj de una crisis mucho más profunda que meras consideraciones económicas.

Ampliemos la mirada más allá de las cifras y enfoquémonos en los efectos sobre la política mundial y el rol que ocupa EEUU. El mundo unipolar surgido post caída del muro de Berlín, y el sistema internacional posterior donde esa potencia actuó como primus inter pares en iniciativas como el G8, EL G20, la Unión Europea, la OTAN y otras, sin duda ya han cambiado y cambiarán mucho más. A EEUU se le hará difícil asumir grandes iniciativas estratégicas como aquellas que lo llevaron a actuar en Afganistán o Irak.

El orden internacional, donde EEUU era el actor principal con una alta voluntad y capacidad para intervenir, entra a una etapa de reordenamiento donde la posibilidad que surjan liderazgos y alineaciones político-estratégicas diferentes, serán una realidad.

El país del norte seguirá siendo un referente importante en el tablero de ajedrez de las grandes decisiones mundiales y un actor obligado en los temas de seguridad y defensa. Sin embargo les llegó la hora de mirar más para adentro; invertir en desarrollo, recuperar una tasa de crecimiento mayor, aumentar fuentes de trabajo y activar la economía, es decir: ordenar la casa.

Otra tarea compleja será asumir que la crisis que vive EEUU más que económica y externa es política e interna. Ello, exige solucionar el problema de fondo que ha mostrado un sistema político con visiones antagónicas que hacen difícil consensuar políticas de largo plazo. Tales objetivos por sí solos son difíciles de cumplir. La deuda de la potencia sería “la amenaza más significativa a la seguridad nacional” como lo advirtió el almirante Mike Mullen ex Jefe del Estado Mayor Conjunto. Se visualiza un escenario donde surgirá una nueva visión- ya anunciada por el ex secretario de Defensa, Robert Gates- con respecto al concepto de enemigo y la forma de enfrentar las amenazas.

Creo que Obama evitará entrar a una guerra en su administración y buscará salir reduciendo costos en las dos que heredó. Aquellos que piensan que la potencia podría tener una presencia más activa en las crisis de Oriente Medio y Norte de Africa, deberán visualizar otras soluciones ya que además de la carga de ser acusados de intervencionistas- pese a lo dramático de situaciones como Libia o Siria- la administración americana deberá ser muy cuidadosa con los costos en dinero y en vidas humanas de acciones de esa envergadura, que en la situación actual, no está en condiciones de asumir. Resulta difícil mantener un gasto militar que aproximadamente es el 50% del mundo cuando se enfrenta el desafío de reducir el gasto fiscal que entre 2007-2010 pasó del 17% al 24% del PIB.

El presidente Obama ha logrado evitar que fuéramos testigos de algo que hasta ahora era insospechado como ver que en el país más desarrollado del mundo se vivieran situaciones como cesación de pagos, disminución en la asistencia social, cese de proyectos relevantes. Sin embargo, la tarea de mayor complejidad aún la tiene por delante.

Más que en su reelección, estimo que su gran desafío se vincula a tres objetivos. El primero, recomponer un vínculo virtuoso entre gobierno y políticos de ambos partidos que vuelva a dar vida y seguridad al gigante enfrentando la presión de grupos de ideas libertarían que postulan la menor presencia del Estado. Luego revertir la dañina incertidumbre en la potencia que tanto influye en las economías del mundo. Adicionalmente, definir una política exterior coherente donde un nuevo esquema de seguridad, en el que cada cual asuma tareas en la defensa de principios de nivel mundial, es prioritario. Allí existen espacios para que todos los países, especialmente los más poderosos, asuman sus responsabilidades dejando de depender en un imperio, que como siempre, termina demostrando debilidades.

Te recomendamos