Una solución a largo plazo para las pensiones
Erik Haindl Decano Facultad de Negocios, Ingeniería y Artes Digitales, U. Gabriela Mistral
- T+
- T-
Erik Haindl
Existe cierta insatisfacción con respecto a las bajas pensiones que está produciendo el sistema de AFP. Ello no ocurre con las personas que cotizaron sobre toda su remuneración y no tienen lagunas previsionales. Éstos logran alcanzar pensiones que representan más del 70% de su última remuneración.
El problema surge con las personas que no cotizaron sobre toda su remuneración y/o tuvieron importantes lagunas previsionales durante su vida laboral. Con estos bajos montos ahorrados, no se puede obtener una jubilación que se acerque a lo que la persona ha estado ganando.
La solución no es pasar a un sistema de reparto como creen algunos. Si se toma todo el monto que están cotizando actualmente los afiliados a las AFP y se divide este monto por el número de pensionados actuales se obtiene alrededor de $ 196.000 mensuales, monto inferior al promedio obtenido con el sistema actual. Los que propician un reparto forzado logran cifras mayores, porque se están “repartiendo” adicionalmente los US$ 180 mil millones acumulados en el sistema actual. Sin este “robo”, las pensiones de un sistema de reparto serían inferiores a las del actual sistema de capitalización.
Una solución de largo plazo a este problema de las bajas pensiones, se la escuché a un alumno brillante durante un seminario en la universidad. La propuesta sería permitir que los padres traspasen parte de sus fondos previsionales acumulados a cuentas individuales abiertas a sus hijos al nacer. Si se permite, por ejemplo, un traspaso de
$ 1 millón, cada hijo partiría su vida con un ahorro de esa cantidad, que iría creciendo de acuerdo con la rentabilidad de los fondos manejados por las AFP. Si se considera una rentabilidad promedio de 7% anual para los fondos acumulados, el monto real capitalizado crecería hasta alcanzar los 81 millones de pesos a los 65 años. Esto le permitiría jubilar con más de $ 400 mil mensuales, incluso si no realiza ninguna cotización en su vida laboral. Si además se suman las cotizaciones regulares que hacen la personas, esto permitiría que se dupliquen o tripliquen las pensiones promedio actuales.
Lo mejor de esta propuesta, es que casi no tiene costo fiscal. Los recursos salen de los mismos fondos de pensiones actuales, por lo que en principio no implica un desembolso fiscal inmediato. Tan sólo si la persona que realiza la transferencia, no llegara a futuro a la pensión mínima, aumentaría un poco el subsidio fiscal implícito para llegar a dicha pensión. En contraparte, logra liberar al fisco completamente de cualquier subsidio implícito que hubiese tenido que realizar con su hijo al llegar a la edad de jubilar.
Ello permitiría en un largo plazo, subir fuertemente las pensiones promedio, y eliminar completamente la pobreza en la tercera edad.