Una nueva Regla Fiscal
Erik Haindl Decano Facultad de Negocios, Ingeniería y Artes Digitales, U. Gabriela Mistral
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Erik Haindl
La actual “Regla Fiscal”, que se encuentra contenida en la “Ley de Responsabilidad Fiscal”, establece un objetivo de “déficit fiscal estructural”, que básicamente es el déficit fiscal que se obtendría si la economía se encontrara en su nivel de tendencia y el precio del cobre en su nivel de largo plazo. Esta regla estuvo diseñada para lograr tener una deuda pública sostenible, que permitiera tener un bajo nivel de “riesgo país”.
La actual “Regla Fiscal” funcionó exitosamente hasta el año 2008, permitiendo bajar la relación Deuda Pública/PIB, tener importantes superávits fiscales que permitieron acumular fondos soberanos, y lograr una clasificación de riesgo de Standard & Poor’s de A+ para la deuda soberana. En 2008, la relación Deuda Pública/PIB fue de 4,6%, con una deuda pública total de US$ 8.528 millones. Al mismo tiempo, los fondos soberanos alcanzaban un total de US$ 25.954 millones. En ese año, Chile pudo haber pre-pagado toda su deuda pública con una fracción de sus fondos soberanos.
A partir de 2009, la relación Deuda Pública/PIB fue subiendo moderadamente. En 2012 alcanzó una relación de 12,2% del PIB, con una deuda pública total de US$ 34.016 millones. Ya no era capaz de pre-pagar su deuda pública con los fondos soberanos, que alcanzaron US$ 31.382 millones. Sin embargo, el riesgo país se seguía viendo bajo, y Standard & Poor’s mejoró la clasificación de riesgo a AA- para la deuda soberana en diciembre de 2012.
Desde 2013 en adelante, la “Regla Fiscal” falló estrepitosamente. Mientras en apariencia se cumplía con el “déficit estructural”, se entraba en un periodo de déficits efectivos insostenibles, que provocaron una verdadera explosión del endeudamiento público. ¡Tuvimos una verdadera “farra fiscal”! Déficits de más de US$ 5 mil millones todos los años a partir de 2014, fueron deteriorando las finanzas públicas en forma irreversible. A agosto de 2017, la deuda pública alcanzaba a más de US$ 64.060 millones de dólares, lo que se acerca al 22% del PIB. En julio de 2017, Standard & Poor’s rebajó la clasificación de riesgo a A+. Y todo esto mientras aparentemente “cumplíamos” con la “Regla Fiscal”.
El déficit efectivo de 2017 probablemente supere el 3% del PIB, lo que genera una trayectoria Deuda Pública/PIB explosiva. A menos que en el futuro se reduzca sustancialmente el déficit fiscal, se puede seguir proyectando nuevas rebajas en la clasificación de riesgo país.
Para estabilizar la relación Deuda Pública/PIB en torno al 25%, se requiere bajar el déficit fiscal efectivo a menos del 1% del PIB, considerando un optimista crecimiento del PIB de tendencia de 4% anual.
La lección de política económica que se puede extraer de este episodio, es que hay que hacer una nueva “Regla Fiscal”, que considere exclusivamente los déficits fiscales efectivos. El equilibrio fiscal estructural puede ser fácilmente manipulado inventando crecimientos de tendencia irreales y precios de largo plazo del cobre soñadores.