En EEUU, la recesión le gana a la elección
Axel Christensen Director de Estrategia de Inversiones para América Latina de BlackRock
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Axel Christensen
Esta semana toda la atención de los inversionistas estuvo puesta en los resultados de las elecciones legislativas de mitad del período en Estados Unidos. Hay buenas razones para ello; las acciones generalmente suben después de estas votaciones. Esto, porque una mayoría opositora suele tomar el control del Congreso, con lo que se evitan cambios de política que podrían resultar disruptivos para la economía y los mercados financieros.
Sin embargo, no parece que ese patrón funcione esta vez, debido al creciente riesgo de recesión que la Reserva Federal puede provocar al aumentar las tasas de interés en su afán de reducir la inflación. Más aún, un estancamiento político disminuye cualquier perspectiva de estímulo fiscal contracíclico que busque amortiguar los efectos de una política monetaria restrictiva. Ello es particularmente difícil cuando la inflación se debe más a restricciones en la oferta que a excesos en la demanda. Es más, los esfuerzos de estímulo fiscal en estas condiciones pueden resultar con casi nulas consecuencias en crecimiento, pero sí en hacerle más difícil la tarea a los bancos centrales, como claramente ocurrió en el Reino Unido y que trajo consigo mucha incertidumbre política.
“El foco político se desplazará cada vez más hacia uno sobre la economía. Si bien es esperable que la inflación baje -por la subida de tasas-, se mantendrá por encima de su nivel objetivo, ya que la Reserva Federal tendrá que enfrentar los riesgos crecientes de recesión”.
De esta manera, el foco político se desplazará cada vez más hacia uno sobre la economía. Si bien es esperable que la inflación baje -reflejando el efecto de la subida de tasas-, se mantendrá por encima
de su nivel objetivo, ya que la Reserva Federal tendrá que enfrentar los riesgos crecientes de recesión.
En este momento el foco político se centra casi exclusivamente en la alta inflación, pero, como se ha advertido notoriamente en las campañas políticas previas a estas elecciones, podría trasladarse a criticar al banco central estadounidense por subir demasiado las tasas de interés y eventualmente causar una recesión. Todo esto en medio de una creciente politización de las decisiones económicas, precisamente en un entorno cada vez más polarizado y que prontamente se enfocará en la elección presidencial de 2024.
Esto eventualmente pondrá a la Reserva Federal en la incómoda posición de tener que considerar poner en pausa su trayectoria de alzas, en medio de un creciente daño económico y mayores presiones políticas para que disminuya las restricciones monetarias, lo que posiblemente ocurrirá antes de que las presiones sobre precios disminuyan. Es por eso que eventualmente todos -consumidores, empresas, gobiernos y bancos centrales- tendrán que aceptar vivir un futuro con algo de inflación.
¿Qué consecuencias tendrá esto para las inversiones? Por lo pronto, debiera llevar a una mayor precaución al mirar lo que en el pasado ha sido un evento positivo para las acciones, como son las elecciones legislativas de mitad de período. Al mismo tiempo, debiera llevar a revisar el atractivo de la renta fija, ante la posibilidad de que los bancos centrales terminen cediendo a las presiones de incremento de tasas de interés en la medida que la actividad económica acuse el golpe.
Para activos de mercados emergentes, como lo son los de América Latina, las consecuencias debieran de impactar los tipos de cambio, donde la reciente fortaleza del dólar en varios países en la región pueda ceder frente a una Reserva Federal que entre en pausa antes de lo esperado hoy, cuando el foco aún es la inflación.